‘Hay que hacer una gran labor entre el asociacionismo de mayores para hablar de sexualidad y abordar la cuestión LGTB’

Respuesta.-No hay nadie en esta sociedad tan invisible como una lesbiana, un transexual o un gay mayor. La invisibilidad es uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentan. En el caso de las personas mayores LGTB, se trata de una invisibilidad que tiene características específicas: es una generación todavía marcada por el Franquismo y, en consecuencia, por una sociedad que interiorizó profundamente la heterosexualidad y condenaba, como en ninguna otra época, la diversidad sexual, una sociedad sexista, misógina y homófoba.
En este contexto, las personas mayores LGTB nacieron y pasaron gran parte de su infancia, adolescencia y juventud. Después de una vida marcada por la persecución y la represión muchas personas mayores LGTB siguen vivas, la mayoría escondidas y ocultando tragedias personales.
Hoy día, muchas siguen siendo invisibles y no se atreven a hablar porque no se han liberado del sentimiento de vergüenza, culpa e inferioridad moral que les marcó la etapa franquista.
Conociendo esta realidad, con la que en Aldarte numerosas veces nos hemos topado, nos decidimos en 2009 por crear la iniciativa Zaharrok –“nosotros los mayores”–, un proyecto de sensibilización para la socialización y visibilización de personas mayores LGTB.
P.-En estos seis años desde la puesta en marcha de esta iniciativa, ¿cómo ha ido evolucionando el proyecto? ¿Ha tenido gran acogida entre el colectivo?
R.-Zaharrok es un proyecto que ha ido evolucionando desde su creación. Empezamos de forma muy simple, editando una guía para entender mejor la realidad de las personas mayores y un pequeño documento donde se contaba la historia de Lucía, una mujer que luchó durante décadas por vivir la sexualidad que quería.
Pasado un tiempo empezamos a organizar el Grupo de Apoyo Mutuo, un espacio vital que nos sirve como entorno seguro donde encontrarse y tertuliar sobre miedos, dudas, alegrías, noticias, etcétera, y en general, lo que vaya saliendo por parte de las personas que lo integran.
A partir de este grupo, organizamos habitualmente charlas y tertulias a través de sesiones de cine-fórum donde la temática ser mayor y LGTB es abordada. Son actividades abiertas a todas las personas que quieran acudir. También realizamos salidas culturales y de ocio.
Más tarde, organizamos una campaña bajo el título de “Son tuyos, házlos tuyos” donde animábamos a las personas mayores LGTB a ejercer los derechos de los que no se percibían como titulares –derechos de sucesión, matrimonio igualitario, pareja de hecho, adopción, etcétera–. Les decíamos que nunca es tarde para ejercer unos derechos que tantos esfuerzos y luchas colectivas nos habían costado, que los tenían que hacer suyos, que no bastaba con tenerlos, que había que hacer uso de ellos para protegerse a uno mismo y a las personas cercanas.
Sobre si Zaharrok ha tenido una gran acogida entre el colectivo, decir que hasta la fecha hemos tenido oportunidad de conectar con numerosas personas mayores LGTB de Euskalherria y que nos gustaría seguir conectando con más porque no estamos todas y todos quienes deberíamos estar. Esto es una carrera de fondo y vamos poquito a poquito sabiendo que todavía no es un tema fácil.
P.-Parte de su actividad la realizan a través de las redes sociales, concretamente tienen una página de Facebook que está dinamizada por una persona mayor LGTB, ¿son las nuevas tecnologías una herramienta para que los mayores se mantengan más activos y, más concretamente, para que el colectivo LGTB pueda compartir experiencias?
R.-Desde Zaharrok no nos cabe duda de que entre todas las herramientas posibles para mantenerse activas están las tecnologías que nos permiten navegar por el ciberespacio. Si en su día nos decidimos por abrir un perfil en Facebook fue porque apostamos por esta vía para ampliar horizontes de socialización y hacer que, de alguna forma, más mayores LGTB conocieran la iniciativa.
A menudo asociamos la imagen de la juventud al uso de Internet y todos sus derivados, cuando la realidad es que cada vez son las personas mayores quienes con más frecuencia usan este medio para comunicarse, informarse, entretenerse, etcétera.
Además, las personas mayores LGTB hacen mucho uso de Internet, de eso nos dimos cuenta a medida que teníamos oportunidad de conocerlas y hablar con ellas. Muchas de ellas nos empezaban a conocer a través de este medio.
Hay que tener en cuenta que Internet es un medio donde personas que viven ocultas en sus contextos físicos más cercanos pueden entrar en contacto con otras personas que compartan sus experiencias. Esto está posibilitando el acceso a su sexualidad de muchas personas mayores LGTB al ponerles en contacto con otros con las que compartir su deseo homosexual o al informarles sobre aquello que sienten.
P.-¿Tienen relación con instituciones y asociaciones de personas mayores?
R.-Tenemos relación con las dos fundaciones de personas mayores LGTB que existen en España, 26-D en Madrid y En-Llac en Catalunya. Nos conocemos mutuamente y, de vez en cuando, nos juntamos para intercambiar impresiones de cómo abordar esta realidad. Todavía no hemos hecho ningún proyecto en conjunto.
Respecto a otras asociaciones de personas mayores LGTB no tenemos relación. Es una cuestión que en su momento nos planteamos, y que todavía no hemos hecho realidad, pero que seguimos teniéndola en mente, ya que consideramos que las relaciones con otras asociaciones pueden animar a más mayores LGTB que se encuentren en ella, quizás de forma oculta, a visibilizarse y empezar a hablar.
Con las instituciones tenemos relaciones desde el principio. En el año 2009, el proyecto obtuvo el Premio País Vasco, otorgado por El Correo. Todos nuestros proyectos han sido subvencionados por las instituciones tanto a nivel de la comunidad como local.
Cuando empezamos el proyecto Zaharrok una de las actividades que nos planteamos fue contactar con todo tipo de residencias y centros que reunieran a personas mayores para darles a conocer el proyecto y ofrecerles la posibilidad de acudir a sus espacios para organizar alguna tertulia en torno a las personas mayores y orientación sexual. La respuesta que obtuvimos fue muy desalentadora porque encontramos que la mayoría de las respuestas fueron que, en general, no eran necesarias estas cuestiones, que las personas mayores que estaban en las residencias y centros no eran LGTB o que ya era muy tarde para abordar este tema.
Sabemos que hay que hacer una gran labor entre el asociacionismo de personas mayores, primero para hablar de sexualidad y, más tarde, para abordar la cuestión LGTB.
P.-A pesar de la consideración de que los mayores son personas asexuadas, existe una mayor aceptación social hacia la homosexualidad que hacia otras tendencias e identidades sexuales, como el lesbianismo y la transexualidad. ¿Cómo encajar esto con los prejuicios y estereotipos que se asocian a la vejez?
R.-Los mayores LGTB no se libran de ninguno de los prejuicios y tópicos que se asocian a la vejez, y como el resto de personas en esta sociedad, las LGTB cuando se hacen mayores van perdiendo influencia política, social y cultural además de entrar, por lo general, en un periodo de precariedad económica. La vejez es una larga etapa de la vida desaprovechada por la sociedad, siendo la marginación y discriminación una constante que funciona para todas las personas.
Dicho esto, y refiriéndome a uno de los tópicos, decir que la sexualidad en los mayores no existe es tan incorrecto como ridículo, ya que esta es una constante vital que se va desarrollando a lo largo de nuestras vidas y que acompaña a las personas hasta su muerte, sin embargo, se tiene la falsa creencia de que es una esfera de la vida que desaparece cuando se llega a una determinada edad.
A partir de la extendida cre encia de que no existe sexualidad en las personas mayores la sociedad no imagina mayores LGTB. La imagen de la homosexualidad, el lesbianismo y la transexualidad es fundamentalmente la de gente joven o como mucho de mediana edad.
Se da la paradoja de que a medida que una persona LGTB se va haciendo mayor va dejando de ser lesbiana, gay o transexual para pasar a ser “alguien” sin sexo y así, erróneamente, la orientación sexual o la transexualidad dejan de ser datos relevantes en la vejez.
Ante la posibilidad de que se considere irrelevante el lesbianismo, la homosexualidad y la transexualidad en los mayores queremos destacar que es en esta etapa de la vida cuando se tienen las últimas oportunidades para hacer posible aquello que, a menudo en secreto, se ha anhelado toda la vida. La vejez no es una etapa tardía para ser lesbiana, gay o transexual.
Otra cuestión que vemos en Zaharrok es la diferencia entre homosexuales, lesbianas y trans a la hora de visibilizarse. A día de hoy podemos decir que son más los homosexuales mayores visibles que lesbianas o trans. Tenemos muchos límites para contactar con lesbianas y trans mayores.