Ana Urrutia / Presidenta de Elbe (Asociación de Recursos Asistenciales de Euskadi)
‘El objetivo es contribuir a crear un sector de atención a la dependencia, autonómico, y poner en valor la importancia que tiene’
Hace algo más de un mes se presentó en los tres territorios vascos la Asociación de Recursos Asistenciales de Euskadi, una entidad que nace con la vocación de aglutinar a todos los agentes implicados en la atención a las personas dependientes de la Comunidad. Su presidenta, Ana Urrutia, destaca las líneas de trabajo que seguirá Elbe a partir de ahora

Pregunta.- ¿Cómo surge la creación de esta organización y qué entidades la componen?
Respuesta.- Actualmente no existe ninguna entidad que represente al sector en su conjunto en la Comunidad Autónoma Vasca, por eso nace Elbe, con la vocación de ampliar geográficamente el ámbito de actividad de la Asociación Aerebiz (Asociación de Residencias de Bizkaia), pasando así de tener una presencia provincial a dotarse de un rango autonómico y abriendo también genéricamente la participación a todo tipo entidades, no sólo las residencias, que eran las que originalmente participaban en Aerebiz.
P.- ¿Cuáles son sus principales demandas, es decir, qué objetivos prioritarios se marcan?
R.- El objetivo prioritario de Elbe es el de contribuir a crear un sector de atención a la dependencia de ámbito autonómico que ayude a darle visibilidad y ponga en valor la importancia que tiene, especialmente en lo que supone de generación de empleo y su contribución al PIB.
En otro orden de cosas más concretas, al igual que ya hicimos desde Aerebiz en Bizkaia, Elbe va a trabajar por conseguir la libertad de elección plena por parte de las personas dependientes y sus familias a la hora de elegir el recurso que les va a atender.
También, desde Elbe se apuesta por ir evolucionando del actual modelo de indicadores basados en ratios a un modelo más avanzado en el que lo que se evalúe sea el cumplimiento de unos indicadores de calidad en los que queremos empezar a trabajar de manera consensuada con el resto de patronales y las diferentes administraciones implicadas en el sector.
P.- Es habitual que representantes de empresas residenciales u otras organizaciones de servicios sociales manifiesten que los continuos recortes en la financiación de la red asistencial y la atención a la dependencia acometidos por las administraciones están ahogando al sector. ¿Ustedes también acusan esta situación?
R.- Hay que aclarar que en nuestra comunidad autónoma, en cada uno de los tres territorios históricos la realidad es distinta, y en el caso de algunos servicios como la ayuda a domicilio, todavía es mucho más complejo ya que las competencias son municipales, por lo que no es posible generalizar.
A favor de nuestros responsables públicos hay que decir que, a diferencia de otras comunidades, las administraciones cumplen con los pagos y lo hacen en plazo y a unos precios razonables.
P.- ¿Considera que en Euskadi se está aprovechando el potencial del sector sociosanitario como fuente generadora de empleo?
R.- Creo que estamos en una situación mejorable, aunque hay que reconocer que se ha avanzado mucho. La gran asignatura pendiente sigue siendo la coordinación entre Sanidad y Servicios Sociales, con el problema añadido en este caso de que la primera es competencia del Gobierno Vasco y los Servicios Sociales de las diputaciones forales.
P.- Aparentemente, en Euskadi la atención a la dependencia no se ha visto tan mermada como en otras regiones porque las instituciones competentes no han aplicado a rajatabla los recortes estipulados por el Gobierno central en la Ley de Dependencia (por ejemplo, se ha mantenido la incorporación de las personas con dependencia moderada según los plazos originarios de la ley). Pero, a su juicio, ¿cuáles son los puntos de mejora en la atención a la dependencia en el País Vasco?
R.- Creo que siguen siendo los mismos que en el resto de comunidades.
Por un lado, la prestación económica para el cuidado en el entorno familiar que aunque ha empezado a reducirse en los últimos meses es la que reciben el 59,01% de los beneficiarios de la ley en Euskadi.
Por otra parte, la “ausencia” de Sanidad en la ley, la falta de suficientes recursos, las indefiniciones en temas como la cartera de servicios, el copago, etcétera.
P.- Como ha mencionado anteriormente, la competencia en materia de dependencia y servicios sociales la tienen las diputaciones, ¿esto genera algún tipo de desigualdad entre los tres territorios? ¿Alguno de ellos está más avanzado en cuanto al desarrollo de su red asistencial?
R.- A efectos de los servicios de atención a la dependencia somos tres comunidades autónomas diferentes, lo cual crea situaciones “injustas” para los ciudadanos que algún gobierno tendrá que abordar algún día, pero nunca parece el momento de hacerlo.
Respuesta.- Actualmente no existe ninguna entidad que represente al sector en su conjunto en la Comunidad Autónoma Vasca, por eso nace Elbe, con la vocación de ampliar geográficamente el ámbito de actividad de la Asociación Aerebiz (Asociación de Residencias de Bizkaia), pasando así de tener una presencia provincial a dotarse de un rango autonómico y abriendo también genéricamente la participación a todo tipo entidades, no sólo las residencias, que eran las que originalmente participaban en Aerebiz.
P.- ¿Cuáles son sus principales demandas, es decir, qué objetivos prioritarios se marcan?
R.- El objetivo prioritario de Elbe es el de contribuir a crear un sector de atención a la dependencia de ámbito autonómico que ayude a darle visibilidad y ponga en valor la importancia que tiene, especialmente en lo que supone de generación de empleo y su contribución al PIB.
En otro orden de cosas más concretas, al igual que ya hicimos desde Aerebiz en Bizkaia, Elbe va a trabajar por conseguir la libertad de elección plena por parte de las personas dependientes y sus familias a la hora de elegir el recurso que les va a atender.
También, desde Elbe se apuesta por ir evolucionando del actual modelo de indicadores basados en ratios a un modelo más avanzado en el que lo que se evalúe sea el cumplimiento de unos indicadores de calidad en los que queremos empezar a trabajar de manera consensuada con el resto de patronales y las diferentes administraciones implicadas en el sector.
P.- Es habitual que representantes de empresas residenciales u otras organizaciones de servicios sociales manifiesten que los continuos recortes en la financiación de la red asistencial y la atención a la dependencia acometidos por las administraciones están ahogando al sector. ¿Ustedes también acusan esta situación?
R.- Hay que aclarar que en nuestra comunidad autónoma, en cada uno de los tres territorios históricos la realidad es distinta, y en el caso de algunos servicios como la ayuda a domicilio, todavía es mucho más complejo ya que las competencias son municipales, por lo que no es posible generalizar.
A favor de nuestros responsables públicos hay que decir que, a diferencia de otras comunidades, las administraciones cumplen con los pagos y lo hacen en plazo y a unos precios razonables.
P.- ¿Considera que en Euskadi se está aprovechando el potencial del sector sociosanitario como fuente generadora de empleo?
R.- Creo que estamos en una situación mejorable, aunque hay que reconocer que se ha avanzado mucho. La gran asignatura pendiente sigue siendo la coordinación entre Sanidad y Servicios Sociales, con el problema añadido en este caso de que la primera es competencia del Gobierno Vasco y los Servicios Sociales de las diputaciones forales.
P.- Aparentemente, en Euskadi la atención a la dependencia no se ha visto tan mermada como en otras regiones porque las instituciones competentes no han aplicado a rajatabla los recortes estipulados por el Gobierno central en la Ley de Dependencia (por ejemplo, se ha mantenido la incorporación de las personas con dependencia moderada según los plazos originarios de la ley). Pero, a su juicio, ¿cuáles son los puntos de mejora en la atención a la dependencia en el País Vasco?
R.- Creo que siguen siendo los mismos que en el resto de comunidades.
Por un lado, la prestación económica para el cuidado en el entorno familiar que aunque ha empezado a reducirse en los últimos meses es la que reciben el 59,01% de los beneficiarios de la ley en Euskadi.
Por otra parte, la “ausencia” de Sanidad en la ley, la falta de suficientes recursos, las indefiniciones en temas como la cartera de servicios, el copago, etcétera.
P.- Como ha mencionado anteriormente, la competencia en materia de dependencia y servicios sociales la tienen las diputaciones, ¿esto genera algún tipo de desigualdad entre los tres territorios? ¿Alguno de ellos está más avanzado en cuanto al desarrollo de su red asistencial?
R.- A efectos de los servicios de atención a la dependencia somos tres comunidades autónomas diferentes, lo cual crea situaciones “injustas” para los ciudadanos que algún gobierno tendrá que abordar algún día, pero nunca parece el momento de hacerlo.