Bizkaia ensaya dos nuevos programas de respiro para cuidadores

Estos servicios se han ideado tras recoger la visión de las personas cuidadoras (existen cerca de 11.000 en Bizkaia) y hacerles partícipes en el desarrollo y diseño de las intervenciones que se plantean.
La diputada foral de Acción Social, Pilar Ardanza, explicó que “los principales objetivos de este proyecto son permitir descansar a la persona cuidadora unas horas de su labor, priorizando la permanencia de la persona dependiente en su entorno habitual; así como apoyar y asesorar a la personas cuidadora en su tarea”. “Nos gustaría disminuir su carga de trabajo”, remarcó Ardanza.
Podrán participar en el proyecto las personas cuidadoras que conviven con una persona dependiente y que se benefician de la prestación económica por cuidados en el entorno familiar. La persona dependiente a la que cuidan deberá tener reconocida una valoración de dependencia de grado II o III. En el proyecto experimental participarán 20 personas.
Plataforma tecnológica
El primero de los servicios (desarrollado por Auzolan senior-ITG) prevé la participación de 20 personas. Con un presupuesto de 30.000 euros, su principal novedad es la implantación de una plataforma tecnológica. “Por lo tanto, la innovación es uno de los componentes del programa de respiro al incluir una herramienta tecnológica como las TIC”, subrayó la diputada de Acción Social. Son una herramienta de apoyo tanto para la persona cuidadora, facilitándole su labor diaria, como para los servicios sociales. Garantizará la calidad de cuidados prestados por las personas cuidadoras que se benefician de la prestación económica por cuidado en el entorno familiar.
De manera inicial, algunos domicilios comenzarían a disponer de una plataforma integral de servicios sociosanitarios a través de una plataforma de teleasistencia e intervención ofrecidos a través de televisión. Esta plataforma permitirá por un lado a la persona cuidadora contar con el apoyo de un equipo personal cualificado, y por otro lado permitirá al gestor del caso realizar un seguimiento y atención adecuada a las necesidades y estado de la persona dependiente, todo ello sin necesidad de desplazamientos. Recibirá gestión de agenda y recordatorios (citas, toma de medicación…), tele monitorización y control de parámetros médicos, vídeos de ayuda sobre movilizaciones, cambios posturales, ejercicios de rehabilitación, estimulación cognitiva, consejos nutricionales, etcétera.
Esta propuesta de ITG y Auzolan Senior propone comenzar el servicio con una valoración integral de cada unidad familiar con el fin de valorar sus necesidades. Un profesional sociosanitario realizará la evaluación a través de una entrevista. Posteriormente, se diseñará, con la colaboración de un equipo sociosanitario (médico, enfermera, fisioterapeuta y psicólogo), un itinerario o plan de atención y vida personalizada integral. Tras realizar el plan de atención y seguimiento, a cada unidad convivencial, le será asignado un gestor que será la persona de referencia responsabilizándose de la atención personalizada y de seguimiento en cada caso.
En este caso la persona cuidadora dispondrá de tres horas semanales libres para poder descansar.
Combinación de personal contratado y voluntario
El segundo servicio previsto será desarrollado por Cáritas y combina el personal contratado con el voluntariado. La Diputación prevé que este equipo atienda 30 casos y supondrá una inversión de 30.000 euros.
Este proyecto, llamado Esku Onetan, basa sus acciones de respiro a personas cuidadoras en el voluntariado y en el personal contratado. A través del voluntariado se procura que las personas cuidadoras se sientan escuchadas, comprendidas y ayudadas en su labor. La ayuda que presta el voluntariado puede ser de dos tipos: la persona voluntaria destina su tiempo a escuchar, compartir los sentimientos, preocupaciones y problemas del familiar derivados de su situación. Por otro lado, la persona voluntaria ofrece un compromiso estable, caracterizado por la gratuidad de su acción y la frecuencia y regularidad de su presencia (todas las semanas, el mismo día y el mismo horario) lo que favorece la formación de una relación de confianza entre la voluntaria, la cuidadora y la propia persona dependiente.
Las personas voluntarias recibirán formación, apoyo y acompañamiento técnico a través de los y las profesionales del Área de Mayores de Cáritas Bizkaia que trabajan en cada zona.
En este caso, el personal se contratará cuando se trate de un momento de respiro puntual, no algo periódico y cuando la situación de la persona dependiente requiera una atención especializada.