El paciente anciano con problemas médicos cuenta, en muchas ocasiones, con problemas psicológicos y/o psíquicos que no pueden ser tratados de forma integral en un servicio general como un hospital o residencia y necesitan de una asistencia más personalizada. En este contexto, Bilbao cuenta con un programa único en el Estado para tratar de forma personalizada, precisa, e integral las enfermedades mentales que padecen muchos de los pacientes dependientes que superan los 65 años de edad.
Este pionero programa en psicogeriatría, diseñado y desarrollado por Avances Médicos (Amsa-Servicio de Psiquiatría), ofrece a los pacientes y sus familias un complemento a los cuidados y tratamientos que se dispensan en las residencias y hospitales.
Todo ello se realiza mediante un enfoque especializado en la atención a sus problemas de salud mental a través del trabajo de profesionales con experiencia que les ayudarán a abordar de manera integral, e inclusiva con la familia, las diferentes situaciones que puede presentarse en los adultos mayores.
El director clínico de Amsa, el doctor José Mariano Galletero López, profesor titular de Psiquiatría de la Facultad de Medicina en la Universidad del País Vasco, explica que “en concreto, ayudan en trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastornos bipolares, trastornos psicóticos crónicos y síntomas psicológicos y comportamentales en pacientes con demencia o deterioro cognitivo, entre otros”.
El programa incluye la posibilidad de que el paciente sea tratado de acuerdo a su diagnóstico y necesidades específicas. Así, después de una consulta de evaluación, el equipo médico decide si llevar a cabo una hospitalización a tiempo completo para ingresos breves, o derivar al paciente al hospital de día con un enfoque de cuidados psiquiátricos a corto y medio plazo.
El programa también pone a disposición la consulta externa, que incluye seguimiento psiquiatría, psicología y evaluaciones neuropsicológicas si el paciente lo requiere. Amsa también ofrece la posibilidad de utilizar el servicio de urgencias psiquiátricas las 24 horas, y los siete días de la semana.
Los pacientes y sus familiares podrán contar, en cualquier momento del tratamiento en que se encuentren, con un grupo de apoyo enfocado a pacientes con síntomas psicológicos y comportamentales en la demencia, que orienta una trabajadora social y que podrá asesorar en un momento dado sobre recursos en la sanidad pública y privada.
Por último, Galletero subraya que “la edad no es un problema. Lo que sí es un problema son las patologías y enfermedades asociadas a la edad y que generan dependencia”. Por eso, insiste en “la importancia” de colaboración de las instituciones públicas para que apoyen este tipo de iniciativas, ya que, según afirma, “resultan un excelente complemento a la atención que realizan las diputaciones, residencias, etcétera”.