Pregunta.- Acaba de ser reelegido presidente de Zahartzaroa, ¿afronta con ganas esta segunda etapa? ¿Cuáles serán los principales proyectos en los que centrará su actividad los próximos cuatro años?

Respuesta.- Con muchas ganas y con mucha ilusión. La nueva junta está formada por 12 personas de todos los ámbitos de la atención y comprometidas con nuestro lema “las personas mayores, nuestra razón de ser”. En cuanto a los proyectos, además de consolidarnos como una asociación referente, queremos abrirnos paso en Atención Primaria, entre los colectivos de personas mayores y profundizar nuestras relaciones con la Universidad además de potenciar la investigación. En este sentido, fruto de un trabajo realizado por Zahartzaroa y financiado por la Fundación Etorbizi, del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, hemos elaborado un “Código ético como instrumento de mejora de la atención sociosanitaria a las personas mayores”. Por otra parte, queremos seguir potenciando los grupos de trabajo que ya tenemos, el de envejecimiento activo, de bioética y de alimentación y nutrición y está prevista la creación de otro grupo más sobre “Fragilidad y Sarcopenia”.

P.- ¿En qué diría que ha avanzado Zahartzaroa en su primera presidencia? 

R.- Nos fijamos como objetivo cuando fuimos elegidos empoderar a nuestra sociedad. Es decir, que fuera un referente en todo aquello que tiene que ver con la atención a las personas mayores, que fuéramos “necesarios” a los ojos de nuestras instituciones. Y eso lo hemos conseguido. Estamos como organización en el observatorio de personas mayores de las diputaciones forales, hemos elaborado, a petición del Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, un instrumento de detección de señales de alerta de malos tratos físicos y económicos a las personas mayores en la Comunidad Autónoma del País Vasco, además hemos avalado científicamente varias publicaciones. Sirvan como ejemplos: “Guía de Recomendaciones Éticas para la Atención Integral a las Personas Mayores al Final de la Vida”, “Guía farmacoterapéutica para pacientes geriátricos”,  “Protocolos de soporte nutricional en residencias geriátricas” o “Manual de atención al anciano desnutrido en el nivel primario de salud”. Por otro lado, somos la sociedad autonómica más numerosa de España, con mas de 400 miembros, y a nuestros congresos anuales, que realizamos junto con la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología, acuden entre 350 y 400 personas, más gente que a muchos congresos de ámbito estatal.

P.- En su congreso anual, que se celebró recientemente, se puso de manifiesto la necesidad de potenciar la transversalidad en el abordaje del anciano. ¿En qué consistiría esa transversalidad y de qué forma mejoraría la atención que recibe el mayor? 

R.- Entendemos la “transversalidad” como la implicación de diferentes profesionales de diferentes áreas en la mejora de la atención a los mayores.
Las personas son un “todo” y tienen valor en sí mismas, por eso no se pueden atender por “partes”. Su atención exige, además de la participación de la persona mayor en todo el proceso, un abordaje integral de varios profesionales que trabajan de forma coordinada con objetivos claros que respeten siempre sus deseos. Tan importante como intervenir una fractura de cadera en una persona mayor es preocuparse por los apoyos que tendrá al alta del hospital, por el estado de su vivienda, por cómo quedará funcional o afectivamente y por tratar la osteoporosis o investigar la causa o causas de la caída que motivó la fractura.

P.- En los últimos tiempos, los gobiernos -y particular mente el Gobierno Vasco- trabajan en la configuración de un espacio sociosanitario y en una atención preferentemente fuera del sistema hospitalario. ¿Esto dificulta las aspiraciones de Zahartzaroa de lograr unidades de Geriatría en los hospitales vascos?

R.- Zahartzaroa está participando activamente en el desarrollo de ese espacio sociosanitario, aportando nuestra visión de la atención en todos los niveles asistenciales y también dentro del sistema hospitalario. Más que una dificultad lo vemos como una oportunidad para demostrar que la Geriatría, con su visión integral del paciente anciano, con su herramienta diagnóstica como es la Valoración Geriátrica Integral, es necesaria e imprescindible en una sociedad con un 20% de personas mayores y cabe perfectamente en el Sistema Vasco de Salud y por tanto en nuestros hospitales.

P.- Precisamente, esta reclamación, la de la puesta en marcha de unidades asistenciales de Geriatría, viene ya de años atrás. ¿Han conseguido avanzar algo en este sentido?

R.- En un sistema sanitario que ahora acaba de cumplir 30 años y en el que nunca ha existido la Geriatría es muy difícil convencer a las autoridades sanitarias de las bondades de esta especialidad, porque al no formar parte del “paisaje” sanitario vasco, nadie la echa en falta. Pero se equivocan. Nosotros no renunciamos. Llevamos unos cuantos años hablando de pacientes crónicos complejos o pacientes pluripatológicos, pero ¿quienes son estos pacientes?, mayoritariamente son los ancianos y algunos acaban de descubrir que necesitan de una valoración y un abordaje integral, algo que la Geriatría lleva mas de medio siglo haciendo. Somos conscientes de que estamos en una situación de crisis económica y precisamente por nuestro compromiso con la sostenibilidad del sistema de salud público pensamos que podemos aportar mucho en la atención a ese paciente crónico que es fundamentalmente anciano. Ahí está la evidencia científica que lo demuestra. Gracias a nuestra tenacidad hemos dado pequeños pasos y en estos momentos hay algunos geriatras trabajando en servicios de urgencia hospitalarios de Osakidetza. Este es el comienzo.

P.- Hay consenso en que una de las mejores formas de prevenir problemáticas como la dependencia o la soledad es la capacidad de mantenerse activo e integrado en la sociedad. ¿Cuáles son, desde su punto de vista, las mejores formas de lograrlo?

R.- Pues, lo primero es tener un proyecto de vida. Lo que ocurre es que no nos preparan para ser mayores y deberíamos ir pensando en todo aquello que nos gustaría hacer cuando tengamos algo, tan escaso en otras edades, como el tiempo. Por eso, además de cuidarse para mantener un buen estado de salud, es imprescindible la participación activa en la sociedad, el compromiso con los demás. 

P.- ¿Es fácil en Euskadi mantenerse activo en la vejez?

R.- Es, quizás más fácil que en otros lugares al ser un país, algo menos golpeado por la crisis, con unos niveles elevados de desarrollo social, con unas muy potentes y activas, nunca mejor dicho, asociaciones de mayores. Además, nuestras instituciones han hecho una apuesta firme por el desarrollo de políticas en este sentido. En Zahartzaroa también le hemos dado mucha importancia y uno de los grupos de trabajo de nuestra sociedad y el primero en constituirse fue el de Envejecimiento Activo.

P.- Cuando se habla de abordaje del envejecimiento suele hablarse también de la necesidad de incorporar la innovación a este ámbito. ¿Qué sería para usted innovar en esta área?

R.- Innovar en modelos de atención a las personas mayores, en poner a la persona en el centro de la atención, de los cuidados, innovar en todo lo referente a la integración sociosanitaria, innovar en la arquitectura, haciendo edificios y ciudades más amigables, innovar en tecnología para  adaptar los domicilios y residencias a las necesidades de las personas, etc. Como se ve hay mucho trabajo por hacer.