El departamento de Bienestar Social donostiarra incluye programas de detección de situaciones precarias
Este año se ha extendido la atención primaria a los domicilios de las personas mayores de 85 años, las consideradas de mayor fragilidad con el objetivo de prevenir situaciones complicadas entre quienes nunca han solicitado ayudas pero que, por su edad, pudieran necesitarlas. "Se ha intentado conocer la situación de 788 personas, con más de 3.000 llamadas y 242 visitas a domicilio", afirmo la concejala Alicia González.
Durante todo el año, 1.701 personas han sido beneficiarias del servicio de atención en el domicilio, y se han presentado 561 nuevas solicitudes.