Atepharma Home Care, el servicio que garantiza la atención farmacéutica en el domicilio
Son muchas las personas con dependencia que no pueden acudir a la oficina de farmacia para recibir una atención farmacéutica adecuada. La línea de Afp solventa estas situaciones y asegura la accesibilidad a los medicamentos

Afp pharmaceutical Development SLU (Afp) es una compañía especializada en la prestación de servicios de atención farmacéutica personalizada, tanto en centros socioasistenciales como en el domicilio de personas mayores o dependientes.
Afp ha venido trabajando principalmente como Atepharma, red de farmacéuticos autónomos, consiguiendo un destacado reconocimiento en el sector mediante un modelo que ya funciona en 80 centros y que tiene como pieza fundamental a las oficinas de farmacia que externalizan el servicio a Afp, y de esta forma cumplen plenamente con su atención farmacéutica.
Actualmente, una de las actividades principales de Afp es el desarrollo de Atepharma Home Care, su línea de Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD), un proyecto que está recibiendo el consenso científico de las organizaciones profesionales e incluso empieza a ser contemplado en la normativas farmacéuticas autonómicas.
La AFD consiste en proporcionar los servicios farmacéuticos en los domicilios de los pacientes con dificultad o imposibilidad de desplazamiento a la farmacia comunitaria, y garantizar así la plena accesibilidad de estas personas a los productos farmacéuticos. En la actualidad son muchas las personas que sufren diversas situaciones de dependencia y se quedan en su casa viviendo solas o con ayuda de algún familiar o cuidador, o se van a vivir a un centro sociosanitario, pero en ningún caso pueden acudir a la oficina de farmacia para recibir la atención farmacéutica. Aquí entra en juego el valor del nuevo servicio de Atepharma.
¿EN QUÉ CONSISTE?
En Atepharma Home Care el usuario autoriza al farmacéutico de Atepharma para que le transporte la medicación preparada por su farmacia de referencia. Así, los destinatarios de este servicio de AFD pueden ser pacientes complejos con enfermedades crónicas y diversas circunstancias de incapacidad, edad avanzada, aislamiento geográfico, discapacidad física o psíquica, dificultades sensoriales (visuales y auditivas), deterioro cognitivo, etcétera. Se trata, todos ellos, de pacientes que habitualmente son polimedicados y a pesar de ser usuarios de servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia domiciliaria, no tienen una buena adherencia a los tratamientos y, además, presentan dificultades para la manipulación y el uso correcto de los medicamentos.
Para garantizar una AFD de calidad es importante realizar un diagnóstico de la situación personal, apoyo familiar y entorno social del usuario, cuestiones esenciales para dar respuesta a sus necesidades. En segundo lugar, es preciso utilizar herramientas como sistemas personalizados de dosificación para facilitar la preparación de la medicación y facilitar la administración de la misma –ello repercute directamente en un mejor cumplimento de los tratamientos y en una disminución de errores de mediación–. Además, es decisivo proporcionar un informe periódico de la actividad del servicio con información detallada del tratamiento, consejos, alertas, etcétera.
Todo ello está recogido y estructurado en una app de comunicación con el beneficiario y sus cuidadores, que facilita, además de esa información, un canal de consulta con el profesional farmacéutico.