Pregunta.- Usted repite esta legislatura como concejala del Área de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria. ¿De qué acción se siente más orgullosa?
Respuesta.- Yo no hablaría de una acción concreta, sino de un cambio en la manera de afrontar la planificación de los servicios para los mayores, y especialmente de los Centros de Personas Mayores (CPM). Teníamos que pensar en una estrategia de futuro, en unas generaciones de mayores que tienen interés en muy diversos temas y son muy activos; personas mayores que demandan un mayor protagonismo social. Por tanto, el ayuntamiento se preocupa por abrir estos centros a la sociedad y proyectados hacia el barrio. Valladolid no se puede permitir prescindir de la sabiduría y la experiencia de sus mayores, unas generaciones protagonistas de grandes cambios sociales en el pasado y que nuevamente tienen que serlo.
P.- RACE y Liberty Seguros declararon a Valladolid como ciudad amigable y segura, lo que nos recuerda al proyecto de la OMS de las Ciudades Amigables con las Personas Mayores, proyecto cuyo plan de acción se lleva desarrollando en Valladolid desde 2018. ¿Qué diferencia al Valladolid de antes del Valladolid amigable con los senior?
R.- La diferencia fundamental es la mayor implicación municipal –como lo constatan los datos– y que, por primera vez, se haya elaborado con la participación de la ciudadanía el I Plan Municipal de Mayores y Ciudad Amiga de las Personas Mayores 2019-2022, que incluye numerosas medidas que pueden redundar en un mejor abordaje de diferentes situaciones de la población mayor, organizadas según las ocho áreas de actuación que marca la OMS en el proyecto de las ciudades amigables. A partir de este plan, el ayuntamiento está actuando de forma más transversal con este colectivo. Por tanto, los aspectos en los que Valladolid ha avanzado respecto a la situación anterior son muy diversos en cada una de las áreas, y el tener una ciudad más segura para los senior, como acredita el sello recibido, es uno de ellos.
El ayuntamiento ahora escucha más a los mayores. Tenemos un Consejo de Personas Mayores, donde el propio colectivo nos asesora y da su opinión acerca de las políticas municipales de mayores; y cada vez atendemos a las personas mayores en situación de vulnerabilidad de forma más intensa y más adecuada a sus intereses y necesidades, desde los principios de atención centrada en la persona.
Esto ha llevado a incrementos presupuestarios muy importantes para los servicios de atención a las personas mayores. Por ejemplo, hemos pasado de atender a 3.355 personas mayores y gastar 5,4 millones de euros en el SAD en 2015 a atender a 4.772 personas mayores e invertir 9,6 millones en 2019; o atender a 3.257 personas a través del servicio de teleasistencia en 2015, con un presupuesto de 120.000 euros, a atender a 5.644 personas en 2019, con un presupuesto de 156.000 euros. En definitiva, hemos incrementado el número de personas a las que atendemos en más de un 57%, y el presupuesto, en un 75%.
Por otro lado, se han realizado importantes inversiones en las infraestructuras de los CPM, a las que hemos destinado más de dos millones de euros; y otras inversiones futuras que están previstas. Todo esto ha sido posible porque el equipo de Gobierno ha dado una prioridad especial a las políticas municipales de servicios sociales y, especialmente, a las relacionadas con los mayores. En los últimos cinco años hemos incrementado el presupuesto destinado a servicios sociales más de un 63%.
P.- El presupuesto para 2020 se vuelca de forma especial con este colectivo. Se destinarán casi 12 millones al SAD, además de incrementos en el servicio de teleasistencia y en el número de programas de envejecimiento activo. ¿Qué permite este incremento presupuestario en relación al de 2019?
R.- Es evidente que las prioridades políticas se reflejan a nivel presupuestario. Por ello, el incremento presupuestario fundamental es en el SAD, la teleasistencia y las estancias diurnas. En 2020, hemos incrementado el presupuesto de estos servicios de atención a las personas mayores más frágiles en un 20,52%, lo que nos permitirá atender a toda la demanda y seguir promocionando programas como ‘Cuidándo-te’, que facilita que conozcan la utilidad del SAD de forma gratuita durante tres meses a personas mayores de 80 años que vivan solas o con otra persona mayor. En 2020, además de los casi 12 millones de euros de SAD, está previsto invertir 176.000 euros en teleasistencia y un millón de euros en la atención a personas mayores en las unidades de estancias diurnas. Además, se plantea incrementar hasta 441.000 euros el crédito destinado a actividades de envejecimiento activo de los CPM, potenciar el voluntariado de mayores con un convenio con la asociación Avoma o del proyecto de huertos ecológicos para personas mayores a través de un convenio con INEA.
En el capítulo de inversiones, podemos señalar que está previsto iniciar en el último trimestre del año la obra de construcción del CPM Parquesol, que tiene una dotación para 2020 de 548.702 euros.
P.- Existen varios “frentes residenciales” abiertos: un nuevo centro para mayores en Parquesol y la reforma del de Rondilla. ¿Tiene Valladolid las infraestructuras suficientes para atender al envejecimiento de la población?
R.- Las inversiones realizadas en las infraestructuras de los centros de personas mayores (San Juan, Rondilla, La Victoria) y otras inversiones futuras que están previstas, como el proyecto de Parquesol, dan una cobertura amplia para atender al envejecimiento de la población que vive en sus domicilios. No obstante, no es solo cuestión de nuevas infraestructuras, sino de aprovechar y utilizar al máximo las existentes.
P.- La concejalía también está en permanente lucha contra la soledad en este colectivo, ya sea a través de programas de envejecimiento activo o de la teleasistencia, con el programa ‘Cuidándo-te’. ¿Consiguen llegar a los mayores solos?
R.- El ayuntamiento está asumiendo un papel proactivo para poder llegar a las personas, porque efectivamente no es fácil. Además de la elaboración y difusión de folletos, web municipal, redes sociales, etcétera, se ha creado un teléfono gratuito de información para el proyecto ‘Cuidándo-te’ con atención las 24 horas.
Además, se ha procedido a extraer del padrón de Valladolid a todas las personas mayores de 85 años que vivan solas y que, por diversas razones, no hayan disfrutado del servicio de teleasistencia, y se les ha llamado directamente. El objetivo es interesarse por su situación personal, y ofrecerles el servicio de forma gratuita. De este modo, se produce un primer acercamiento a los servicios sociales para que en lo sucesivo puedan contar con otros servicios y prevenir o superar las situaciones de aislamiento.
El programa ‘Cuidándo-te’ ha sido un éxito absoluto. Se han instalado alrededor de 1.000 terminales y prácticamente la totalidad ha continuado con el servicio una vez finalizado el periodo gratuito.
P.- ¿Qué proyectos podría adelantar para 2020?
R.- Se está comenzando a trabajar un programa dirigido a prevenir y atender el aislamiento social. Esta situación es un problema social que afecta a un porcentaje muy elevado de personas, especialmente mayores. Hay estudios que demuestran que podría ser un problema de salud pública. En su abordaje es muy importante coordinar a la Administración y a la sociedad civil en general para recuperar o prevenir la ruptura de redes sociales y vecinales. De esta manera, los servicios sociales y sanitarios, los vecinos, los familiares, las amistades y las personas encargadas de los comercios del entorno de estas personas (farmacias, supermercados, tiendas, bares) deberán estar compenetradas para paliar, en medida de lo posible, este fenómeno.
Por ello, entre otras cuestiones, se está trabajando en un proyecto de comercio amigable con las entidades que representan al sector y las asociaciones vecinales para propiciar un acercamiento a las personas mayores de la ciudad a través de los comercios de proximidad, con la intención de que sean conocedores de los servicios y actividades que están a su disposición. El objetivo sería crear una relación de confianza que rompa el desconocimiento y los prejuicios para poder ofrecer servicio y actividades en las que relacionarse con otras personas y que, a medio y largo plazo, puedan crear vínculos sociales y afectivos.