Pregunta.- Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (Secot) Burgos –del que usted forma parte–, firmó recientemente un convenio con Campofrío Food Group para asesorar a jóvenes empresarios en actividades de emprendimiento empresarial del sector alimentario. ¿Qué les llevó a crear esta iniciativa?Respuesta.- Campofrío es una empresa fundada en Burgos en los años 50 con una integración total en nuestra sociedad burgalesa. Nuestra generación siempre ha conocido a Campofrío y muchos hemos tenido relación profesional y/o laboral con ella.
Por otro lado, la actividad social de esta empresa es histórica, y en estos momentos, como empresa puntera en innovación, también tiene en su programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) un compromiso con las personas mayores. Es aquí donde participa Secot.
Además, a través de su Proyecto Platinum, Secot persigue difundir un camino de voluntariado cualificado para personas mayores, logrando un envejecimiento activo de calidad y permitiendo a aquellos que han finalizado su actividad laboral sentirse útiles para la sociedad, aportando de forma solidaria y generosa su tiempo y experiencia.
P.- A nivel personal, ¿qué es lo que más le agrada de este nuevo proyecto?
R.- Secot tiene como misión compartir y orientar a los empresarios noveles y aspirantes a empresarios a desarrollar sus ideas y hacer que sus nuevos negocios estén estudiados en las diferentes fases de desarrollo para valorar la viabilidad; siempre compartiendo la experiencia que hemos tenido la suerte de adquirir y vivir, adaptándola al momento actual.
Que Campofrío nos ayude y participe de esta idea es extraordinario y estamos convencidos de que aportamos mucho más valor a la sociedad conjuntamente.
P.- ¿Qué pueden aportar los senior a los jóvenes empresarios? Y, ¿qué les aportan ellos a ustedes?R.- Aportamos la escucha serena, el análisis de contradicciones, la reflexión de las oportunidades, la valoración económica de un negocio, el acompañamiento desinteresado… entre muchas otras cosas.
Lo que ellos nos aportan es extraordinario, porque nos obligan a estar en permanente mejora y pendientes de la actualidad del mundo empresarial de manera práctica. Pero sobre todo, nos dan la oportunidad de devolver a la sociedad lo que, por fortuna, la vida nos ha dado.
Es un lujo poder compartir esta fase de la vida con personas que tienen tantas inquietudes y extraordinarios conocimientos.
P.- En su experiencia asesorando a jóvenes en sus proyectos, ¿qué consejos le suelen pedir?
R.- En general, comienzan por la parte económica y financiera, pero enseguida les hacemos ver que este importantísimo capítulo es consecuencia del estudio previo de las actividades clave, la propuesta de valor, la relación con clientes, la distribución, etcétera. Esto lo valoran mucho y ahí comienza una andadura conjunta en la mayoría de los casos.
P.- ¿Qué opinión le merecen las sinergias que se crean entre personas que pertenecen a generaciones diferentes? ¿Existen tantas diferencias solo por haber nacido en distintas épocas?R.- Para que una sociedad avance creo que hay que hacer que el engranaje esté lubricado, y esto se consigue con la interacción desde el respeto mutuo.
No podemos desdeñar las enseñanzas y experiencias de los que nos precedieron, y con una integración total tenemos que permitir que los que nos siguen también nos muestren su mundo, así como admirar y valorar sus aportaciones haciendo nuestra crítica constructiva.
Este siglo XXI es de cambios vertiginosos, tanto sociales como técnicos y tecnológicos. Esta diferencia no se puede obviar, pero somos los seniors los que tenemos que hacer el esfuerzo para no perder la conexión intergeneracional.