lunes, 17 marzo 2025
InicioCastilla y León'Es fundamental que se articulen recursos y servicios locales para retrasar el momento de ingresar en una residencia'
Javier Paniagua / Educador social y gerente del Grupo de Acción Local de Campos y Torozos de la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural Tierra de Campos

‘Es fundamental que se articulen recursos y servicios locales para retrasar el momento de ingresar en una residencia’

Entrevistamos a Javier Paniagua, para conocer la labor de los educadores sociales con las personas mayores, y saber más sobre el estudio 'Civitas' que el Colectivo para el Desarrollo Rural Tierra de Campos publicó recientemente
-¿Por qué es importante la figura del educador social para el colectivo de las personas mayores?
El trabajo del educador social está tradicionalmente ligado al que se hace con la infancia, pues fue precisamente el génesis de la profesión. Pero, a lo largo de la historia, la intervención con personas mayores se ha convertido en un ámbito importante.
Actualmente, las personas llegan a la vejez en un estado de salud mucho mejor que hace unas décadas. Y en ese sentido, reclaman otro tipo de atención y de cuidados, puesto que su situación física y mental no tiene que ver con la que tenían nuestros abuelos cuando se jubilaron.
Esto se visualiza en todo el trabajo de envejecimiento activo, que hoy en día está muy vinculado a las TIC. Lo hemos visto en la pandemia: carencias que evidenciaron esa necesidad imperiosa de comunicación con la familia, con los nietos, con los hijos... a través de este medio de comunicación. En este sentido, lo que hacemos es explicarles las oportunidades que ofrece esa pequeña máquina de cara a estar conectados con el mundo, aunque el medio rural no ayuda: sigue habiendo muchas zonas de sombra en las cuales acceder a una línea decente de internet es complicado. Y eso es un tema que dificulta mucho que los mayores puedan conectarse con el mundo.

-Usted desempeña su actividad en Valladolid provincia. ¿A qué retos se enfrenta la población mayor de las zonas rurales en las que trabaja?
A muchos. El medio rural ha estado abandonado durante décadas porque lo que primaba era el desarrollo de las ciudades y de los entornos surbanos, cosa que ha ido vaciando el medio rural de personas y de servicios. El básico y fundamental es el de la sanidad pública, el cual muchas personas mayores utilizan a menudo a través de los consultorios, tanto para el cuidado de sus cuerpos como para el manejo de todas las enfermedades asociadas al envejecimiento. No es lo mismo acceder a recursos en el medio urbano que en el medio rural.

-Recientemente, el Colectivo para el Desarrollo Rural Tierra de Campos publicó los resultados del estudio ‘Civitas’, llevado a cabo en la comarca de Campos y Torozos, con resultados muy interesantes. ¿Cuáles destacaría?
Lo que destacaría es el alto nivel de participación. Se trata de un territorio formado por 22 municipios, con poblaciones que llegan, más o menos, a los 1.000 habitantes. Y han participado más de 300 personas de entre 60 y 97 años. Es un estudio muy humilde y sencillo, pero que nos ha dado una fotografía del estado de las personas mayores.

-Uno de esos resultados es que los mayores de Campos y Torozos desean ser cuidados por su familia, pero no desean ser una carga para nadie. ¿Es esto posible?
Es una paradoja. No quieren ser una carga porque tienen la mentalidad de no querer ser un estorbo y esperan a ese momento en que ya no se sienten válidos ni útiles para llegar a la conclusión de que no queda más remedio que ingresar en una residencia.
Pero, por otro lado, dentro de ese discurso, vemos que sí, que desean se cuidados por sus hijos, y que no desean ir a la residencia. De hecho, prefieren quedarse a vivir en sus casas, en su entorno, con las cosas que conocen. Al fin y al cabo, cuando te sacan del contexto en el que has vivido siempre y te llevan a una institución, es un desarraigo. Y aunque la atención sociosanitaria ha mejorado en los últimos años, todavía sostenemos ese modelo de macrorresidencias en las que la calidad de vida se puede entrecomillar. Habría que caminar hacia modelos más innovadores con espacios en los que se atiendan a menos personas, para mejorar los últimos años de la vida y para evitar que los mayores estén hacinados, convirtiéndose en números más que en personas.
Lo que creo que deben hacer las Administraciones es dotar de recursos a las entidades locales que trabajamos en el medio rural para que podamos retrasar al máximo ese momento de tener que salir de casa y del entorno. Hay que tener en cuenta que gran parte de los mayores que viven en áreas rurales tienen hijos que viven en las ciudades, y se han quedado solos en el pueblo.

-Pero, ¿cómo se puede abordar esa paradoja?
Creo que es fundamental que las entidades públicas, y también las privadas, articulen recursos y servicios para retrasar la salida del hogar. Hay ejemplos muy interesantes como el de Pescueza, en Extremadura, que convirtieron al pueblo en una residencia con servicios comunitarios y atención de calidad. Y todo eso genera empleo en el rural.
Además, no podemos cuidar a las personas mayores de las zonas rurales igual que a las de las ciudades.. Hay que hacer adaptaciones, pero para eso hace falta dinero público: adecuar los hogares para que sean accesibles, mejorar la seguridad en las calles, etcétera.

-También sugieren soluciones a los problemas de esta población. Una de ellas es la implantación del cohousing en el medio rural. ¿Cuáles son los beneficios de este modelo y por qué puede ser útil para los mayores de los pueblos?
Hay que decir que habría que adaptar el cohousing a las singularidades de las áreas rurales, pero hay experiencias en España con la aplicación de este modelo de convivencia compartida con servicios comunitarios y nos parece interesante trasladarlo aquí. Realmente, no lo proponemos como una solución, sino como una idea que habría que explorar; porque además es un modelo que puede convivir con el de la atención residencial.

-¿De qué adaptaciones al medio rural hablaríamos?
Pues que no se trataría de establecer un cohousing en cada pueblo, sino de aplicarlo de forma comarcal con personas de pueblos distintos y con el apoyo de las Administraciones públicas. Pero, desde mi punto de vista, ahora mismo no tiene sentido aplicar un modelo de cohousing porque considero que es algo que tenemos que ir trabajando ahora para que los mayores del futuro puedan disfrutarlo. 
Además, el cohousing también serviría para repoblar el medio rural, en el sentido de que se puede ofrecer este modelo a personas que prefieran pasar su vejez en un espacio natural, en contacto con la naturaleza, sin contaminación y bien atendidos. Es un camino por el que hay que ir andando poco a poco.

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