miércoles, 5 febrero 2025
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EDITORIAL

España y sus arrugas

Con todos mis respetos, observo que, invadidos por la tranquilidad, los responsables de afrontar el 'asunto' demográfico están retrasando su toma de decisiones
Dicen las predicciones del Instituto Nacional de Estadística que, en el año 2050, España contará con 17 millones de mayores de 65 años, un vaticinio que lleva una temporada desatando numerosas alarmas, tantas que ya nos hemos aprendido esta cifra de memoria, y la repetimos hasta la saciedad, como si se tratase de la fecha del juicio final. ¡Ese temido 2050...!
Lo cierto es que son muchos millones de mayores, sí, aproximadamente el doble de los que hay hoy, pero también es cierto que no es necesario esperar a ese año para ver qué sucederá porque el reto demográfico del que tanto se habla –hablamos– es ya, a marzo de 2017, y a menor escala, una realidad que urge abordar. Actualmente, diez comunidades autónomas españolas ya registran un saldo vegetativo negativo –el número de defunciones supera al de nacimientos–.
Con todos mis respetos, observo que, invadidos por la tranquilidad, los responsables de afrontar el “asunto” demográfico están retrasando su toma de decisiones escudados en que “como hasta que llegue 2050 aún hay tiempo...”. Pero, ¿por qué no actuar hoy? Quizá deban interiorizar el manido refrán “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, y ponerse manos a la obra.
Algunas regiones, como Galicia, son veteranas en este tema, pues tienen una de las poblaciones más envejecidas del país. Esta experiencia llevó a la Administración gallega al desarrollo, hace cuatro años, de un Plan de Dinamización Demográfica que, por el momento, no ha sido imitado por ninguna otra región. Tiempo al tiempo, pues este modelo podría implantarse en otros Gobiernos autonómicos y, ¿por qué no?, quizá a nivel estatal.
El presidente del Gobierno declaraba hace unas semanas que el reto demográfico es “un asunto capital, quizás el más importante que tenemos planteado en nuestro país en a medio y largo plazo”. De esta afirmación se deja entrever que el abordaje de una estrategia relativa a este tema todavía se hará esperar aunque, por el momento, Mariano Rajoy anunciaba la puesta en marcha de un comisionado que analizará y estudiará el problema demográfico que está sufriendo nuestro país.
Más aún, y medidas, estrategias y consejos de expertos aparte, son muchos los demógrafos que consideran que estamos ante un fenómeno que no tiene vuelta atrás por lo que, cuanto antes asumamos la realidad, es decir, que España ya está envejeciendo, antes se podrán articular las decisiones pertinentes.
El proceso de envejecimiento poblacional es un fenómeno imparable, tanto que, en esa fecha apocalíptica, España podría llegar a tener el triple de la tasa de dependencia que tiene actualmente. Ante esta perspectiva, la economía nacional debe estar preparada y ser consciente de un importante desafío: la adaptación del sistema de pensiones a la nueva esperanza de vida, de forma que, por ejemplo, aumente la población activa –es decir, elevar la edad de jubilación–. El fortalecimiento del Sistema de Salud, la consolidación del Sistema de Atención a la Dependencia, la dinamización del medio rural, el apoyo a las familias, el fomento de políticas de integración... son, asimismo, acciones que transcurren en paralelo al abordaje del reto demográfico. Y mientras nos siguen saliendo más canas, esperaremos expectantes por cuáles de estas medidas se decanta el nuevo comisionado y qué primeras recomendaciones emite.

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Redacción EM
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Información elaborada por el equipo de redacción.

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