En 2015, el pleno del Parlamento de Galicia aprobó por unanimidad la ley 5/2015 de derechos y garantías de las personas enfermas terminales, en la que se regula el derecho de las personas a dejar constancia en el llamado 'Documento de instrucciones previas o testamento vital', cuál es su voluntad respeto de las actuaciones médicas que podrían realizarse en el caso de una enfermedad terminal, cómo mantener la respiración asistida, la alimentación a través de una sonda gástrica, etcétera. 

Con el propósito de dar a conocer este documento y el procedimiento a través del que se realiza, la asociación 'Derecho a Morir Dignamente' (DMD) organizó un coloquio en la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, que se enmarca en las actividades del Programa Universitario para Mayores en el campus de la ciudad del Lérez. 

Las socias activistas de DMD en Vigo, Laura Fernández y Lucía Calvo fueron las encargadas de presentar en este coloquio de derechos sanitarios de las personas enfermas terminales recogidos en la ley; las características de este documento de voluntades anticipadas; y su procedimiento de registro. La jornada se enmarcaba en la jornada de actividades divulgativas de la DMD, que en esta ocasión acercaron por primera vez a la Universidad de Vigo. 

En el coloquio, la vicepresidenta de la asociación y profesora del área de Filosofía de Derecho de la Universidad de A Coruña, Ascensión Cambrón insistió en "la conveniencia de registrar ese documento de voluntades anticipadas", ya que, como explicaba Calvo, "lo que establece esta ley es el respeto de la voluntad de las personas cuando no pueden expresarse".

Según explicó Cambrón, el propósito principal de esta asociación es "luchar por la legalización de la eutanasia, mas en cuanto no conseguimos ese objetivo final", es decir, la ley autonómica aprobada en 2015, y que parte de la ley básica de autonomía del paciente aprobada en 2002 en el Congreso, supone "un avance en nuestra reivindicación del reconocimiento de la autonomía de las personas, también cuando están enfermas". 

"Esta ley da más garantías de que se cumplan tus deseos", añadían en ese mismo sentido las representantes de la  DMD en este coloquio, en el que subrayaron que no se trata del reconocimiento de la eutanasia, sino de la posibilidad de que las personas manifiesten cómo proceder en una situación en la que, como añadió Cambrón, "todos los recursos que se les administran son para impedir la muerte, que es lo acontecerá no dándoselos porque su organismo no funciona”, lo que “es muy importante para las familias, que muchas veces no saben que decisiones tomar”.

Como explicaron Fernández y Calvo, este documento de voluntades previas debe tramitarse en una de las unidades del Registro Gallego de Instrucciones Previas, presente en las siete ciudades gallegas y en hospitales como el Álvaro Cunqueiro y el Meixoeiro de Vigo y el Comarcal del Barbanza. Se trata, señalan, de un trámite que "debe realizarse de manera presencial, en el caso de Pontevedra en la delegación de la Xunta, previa solicitud de cita previa, y para lo cual en estos registros cuentan con diferentes modelos, elaborados por la Consellería de Sanidad, la Conferencia Episcopal y la propia  DMD".