El
proyecto BIBE (Bizitza Berria eta Betea-Nueva Longevidad y Vida Plena) de Adinberri finalizó la primera fase, en la que han participado alrededor de 40 personas, y entre sus conclusiones destacaron que, en general,
la jubilación se entiende como una etapa de la vida donde lo principal es el disfrute y se percibe como positiva. No obstante, subrayaron, “en el perfil de las personas con más edad existen discrepancias entre lo que esperaban y lo que están viviendo debido a problemas de salud, pérdidas de personas cercanas o de la pareja”.
El proyecto BIBE es una iniciativa que pretende dar respuesta a un desafío: alcanzar una vida plena en la vejez y lograr el progreso y la cohesión de toda una sociedad cada vez más longeva. Una vez finalizada esta primera fase, recientemente el Comité Asesor se reunió para analizar las conclusiones obtenidas e iniciar la segunda etapa.
Durante los meses de mayo y junio se han llevado a cabo seis dinámicas distintas en las que han participado diferentes perfiles: personas de 57 a 62 años (a punto de jubilarse); de 63 a 67 años (que llevaban un año jubilados aproximadamente); y de 68 años en adelante. Las preguntas que tuvieron que responder los participantes se adaptaron a su momento vital y se plantearon cuestiones como expectativas ante la jubilación, si esta fase es lo que realmente esperaban, la importancia de valores como la familia, la soledad, las relaciones, la espiritualidad, cómo entendían los cuidados o cómo querían ser cuidados y sus miedos ante la vejez.
FAMILIA COMO PILAR
Otras conclusiones de BIBE hasta ahora es que la familia sigue siendo un pilar fundamental, aunque las personas ahora buscan un equilibrio entre el proyecto personal de cada uno y las demandas familiares. “Esto supone un cambio en comparación con las generaciones anteriores, una situación que se repite en relación al cuidado de los nietos”, aseguran en Adinberri.
“Las relaciones también son muy importantes para las personas que participaron en las dinámicas, sobre todo las amistades, y confiesan que existe el miedo a la soledad”, remarcan.
Con la finalización de esta primera fase, el siguiente paso será analizar las opiniones y consideraciones recibidas para, posteriormente, proponer, implementar, monitorear y expandir iniciativas específicas que ayuden a conseguir una vida plena en la vejez.