El programa Beritako ha ofrecido apoyo psicológico al duelo a más de 600 personas desde su puesta en marcha
Desde el primer día que se inició la iniciativa, en junio del año pasado, ya quedó en evidencia su necesidad: en 24 horas se registraron 50 llamadas solicitando ayuda. La media supone casi dos nuevas demandas por día

Este programa Betirako ha atendido, desde el pasado 1 de junio, cuando se puso en marcha, a más de 600 personas, recibiendo apoyo psicológico al duelo. Así lo anunció el lehendakari, Iñigo Urkullu, que agradeció especialmente la labor “profesional y humana” de las profesionales de Betirako. “Con vocación y cercanía habéis ayudado a las familias a salir de un duelo siempre difícil y especialmente traumático en esta situación”, remarcó Urkullu.
El lehendakari participó, la semana pasada, en un acto de homenaje y reconocimiento a todas las personas que han perdido a seres queridos en estos últimos meses, en el centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria, en Vitoria-Gasteiz. El acto sirvió para hacer balance de Betirako, uno de los programas impulsados desde el Fondo Covid Inor Atzean Utzi Gabe activado para paliar los efectos sociales de la pandemia por el Gobierno Vasco de la mano de Sareen Sarea, la red del Tercer Sector Social de Euskadi.
“Más que nunca hemos aprendido que solo desde el trabajo en equipo, la solidaria empatía y la cercanía con la ciudadanía podremos seguir avanzando hacia una Euskadi con esperanza en el futuro”, señaló al respecto la consejera de Igualdad, Beatriz Artolazabal. “Tratar de aprender a vivir en la incertidumbre es una de las lecciones que nos dejará para siempre esta pandemia”, añadió.
Betirako se ofrece como un servicio preventivo al que se puede acudir desde los primeros momentos en los que se origina la pérdida. Durante el proceso se pretende, por una parte, detectar los factores de riesgo que están dificultando la elaboración del duelo y, por otra, potenciar los recursos tanto externos como internos que cada persona y familia dispone. De esta manera, se previene que los síntomas que provocan malestar psicológico acaben provocando una incapacidad para la vida y las relaciones.
“Hemos vivido, y seguimos viviendo, un estado general de aturdimiento personal, incredulidad, soledad, incertidumbre y tristeza generalizada. Son sentimientos que amplifican el dolor consustancial a la muerte de una persona querida”, indicó Urkullu.
CIFRAS DEL PROGRAMA
La necesidad del programa Betirako quedó en evidencia ya en las primeras 24 horas, cuando se registraron 50 llamadas solicitando ayuda. Desde entonces, son más de 600 las demandas atendidas hasta la fecha. La media supone casi dos nuevas demandas por día. Actualmente, 260 personas siguen en proceso terapéutico activo y Betirako ha gestionado hasta ahora más de 120 altas.
Por territorios, el 55% de las personas atendidas proviene de Bizkaia; el 18% de Araba; el 19% de Gipuzkoa y el 8% restante de otros lugares. Por géneros, el 83% son mujeres. La media de edad de las personas atendidas es de 52 años. Un 53% de estas personas han perdido a su ser querido por causa directa de la Covid.
En cuanto al parentesco, el 54% de las personas atendidas son hijos o hijas de la persona fallecida; y un 23% su pareja. Las consultas de atención psicológica por duelo suelen ser mayoritariamente por fallecimiento de descendientes, dado que impacta al romper el proceso natural del ciclo vital, y entraña una mayor dificultad para su afrontamiento. En el caso de Betirako, el motivo de demanda mayoritario se invierte, lo que es indicativo del impacto psicológico que está suponiendo el contexto de la pandemia para el afrontamiento de las pérdidas. Un 86% siente que no ha podido acompañar al final de la vida a su ser querido.
“En la situación actual de alarma en la que estamos viviendo se le unen circunstancias nunca antes vividas como es un estado general de aturdimiento social, distanciamiento social, de incredulidad y de tristeza generalizada. Todos ellos son elementos amplificadores del dolor propio natural consustancial a la muerte de una persona querida”, señaló la directora de Betirako, Blanca Angulo.