El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco iniciará en enero la distribución de un nuevo modelo de tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad que evitará el que usuarios de vehículos privados sin autorización puedan utilizar de forma fraudulenta esta tarjeta.
La medida del gobierno surge a raíz de las numerosas quejas recibidas en los últimos años, tanto por parte de las personas afectadas, como de las organizaciones de personas discapacitadas, ayuntamientos, servicios sociales y policía municipal, que alertaban de estos usos indebidos (falsificación de la tarjeta original, cesión del documento a familiares y allegados, etc.). Se calcula que en el conjunto de los municipios vascos existen entre 3.500 y 4.000 plazas reservadas para el estacionamiento de vehículos de personas discapacitadas.
Los cambios persiguen no sólo incrementar los elementos de seguridad para impedir la falsificación sino también facilitar la labor de las personas encargadas de velar por el uso adecuado y el cumplimiento de la normativa de tráfico. Las modificaciones afectan tanto a la propia tarjeta como al plástico que la protege, en cuyo costado izquierdo se ha incluido la marca "Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco".
Sin embargo, la principal novedad radica en que el icono que identifica internacionalmente a las personas discapacitadas -la silueta de una persona en silla de ruedas- se ha elaborado con un material holográfico. Para reforzar esta medida de seguridad, igualmente el color de fondo de la tarjeta ha adquirido un tono ligeramente más oscuro y brillante. Además, se ha introducido un número de serie que personalizará cada tarjeta, y a la que, adicionalmente, cada ayuntamiento podrá incorporar su propio número de registro.
Para el viceconsejero de Asuntos Sociales, Fernando Fantova, la tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad "constituye una eficaz herramienta para quienes tienen graves problemas de movilidad, al dotar de mayor autonomía a sus beneficiarios y favorecer con ello su integración social y laboral". En su opinión, el uso fraudulento por parte de personas no titulares supone, además de una vulneración de la normativa de tráfico, "una falta grave de civismo y de respeto hacia las personas que realmente necesitan las plazas de estacionamiento restringido".
Euskadi fue de las primeras en adaptar su tarjeta de estacionamiento a las recomendaciones que estableció la UE en 1998, sobre la creación de una tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad con un modelo que fuera uniforme, común y reconocido en todos los estados miembros. Al respecto, el viceconsejero de Asuntos Sociales recuerda que "el documento, además de ser personal e intransferible, debe utilizarse solo por el tiempo indispensable para que se pueda realizar una gestión determinada". El fin que persigue esta limitación es "la rotación ágil de las parcelas de estacionamiento",  con lo que se beneficia al conjunto de beneficiarios de las tarjetas.
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales ha realizado una primera edición de 12.000 nuevas tarjetas de estacionamiento para que en el plazo de un año los beneficiarios de las mismas vayan canjeando sus viejas tarjetas por el nuevo modelo que repartirán los ayuntamientos vascos.