El Programa Interuniversitario de la Experiencia de Segovia clausura el curso con los diplomas a 28 nuevos graduados
El objetivo del programa es que las personas mayores continúen activas, desde una perspectiva social e intelectual, favorecer su aprendizaje y crecimiento personal, y fomentar sus relaciones sociales
La ‘Universidad de la Experiencia’ clausuró en el salón de actos del edificio Vicerrector Santiago Hidalgo –antigua escuela de Magisterio-, un nuevo curso académico. La actividad formativa dirigida a las personas mayores, para promover su envejecimiento activo y crecimiento personal, coordinada por la Universidad de Valladolid y financiada íntegramente por la Junta de Castilla y León, celebró la última sesión del curso 2016-2017 con una jornada en la que se han entregado los diplomas a los nuevos alumnos que han finalizado el programa.
La gerente de Servicios Sociales, Carmen Well, en compañía del vicerrector del Campus ‘María Zambrano’, Juan José Garcillán, hizo entrega de los distintivos a los estudiantes que finalizan este año el último de los tres cursos de los que consta el Programa
Interuniversitario de la Experiencia.
Al acto, que contó con un concierto de música clásica a cargo de una selección de alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Segovia, estaban invitados todos los experimentados alumnos que han pasado por las aulas de la sede de Segovia, un total de 294 de los que 69 comenzaron en la presente edición, 53 finalizan su segundo año del Programa, 28 terminan este curso (diplomados) y 144 son alumnos de asignaturas de los distintos itinerarios ofrecidos.
También se entregaron los premios del 2º Concurso de Relato Corto convocado en la sede de Segovia, cuyo primer premio fue para Nicolás Revuelta, con su relato ‘El Sobre’, mientras que Gregoria Estebaranz Francisco logró el segundo premio, con el relato ‘Historia de una vida’. Los tres accésit recayeron sobre los relatos ‘El tiempo finito’ de Victoria M. Sacristán López, ’El vaivén del amor’ de Bene González Martín y ‘Sol y Luna’ de Rosario Herrero Pérez. Para cerrar el acto y dar por finalizado el curso 2016-2017, se interpretó, como es tradición, el himno universitario ‘Gaudeamus Igitur’.
Un programa de largo recorrido
El programa se inició en Salamanca en 1993, a través de un convenio de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León y la Universidad Pontificia de Salamanca, y desde el curso 1998/1999 está implantado en todas las capitales de provincia de la comunidad, financiado íntegramente por la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. Desde el curso 2002/2003 participan en el desarrollo del mismo todas las universidades públicas y privadas de la región.
El curso 2016-2017 que culmina ha incorporado novedades, ya que se ha modificado el plan de estudios, tanto en contenidos como en la duración, para que los alumnos pudieran cursar 75 horas por curso en lugar de las 60 que se venían cursando hasta ahora.
Este programa, dirigido a mayores de 55 años, pretende que estas personas continúen activas, desde una perspectiva social e intelectual, favorece su aprendizaje y crecimiento personal, su acercamiento a la cultura y les permite fomentar sus relaciones sociales con otros mayores, al mismo tiempo que les abre la puerta a mantener un cauce de reflexión, de diálogo y de intercambio de experiencias con jóvenes que forman parte del mundo universitario. En definitiva, les posibilita mantener su autonomía el mayor tiempo posible.
Las universidades con las que se desarrolla este programa son la IE Universidad, la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, la Universidad de Burgos, la Universidad de León, la Universidad de Salamanca, la Universidad de Valladolid, la Universidad Europea Miguel de Cervantes y la Universidad Pontificia de Salamanca. Estas universidades imparten las clases en 27 sedes ubicadas en Arévalo, Burgos, Aranda de Duero, Miranda de Ebro, Villarcayo, León, Ponferrada, Astorga, Ávila, Zamora, Salamanca, Toro, Ciudad Rodrigo, Benavente, Béjar, Burgos, Salamanca, Valladolid, Cuéllar, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid, Guardo, Almazán, Medina del Campo y Medina de Rioseco.
Castilla y León fue pionera en España en la implantación de programas dirigidos a la promoción del envejecimiento activo, programas desarrollados a través de la colaboración de la Junta, con ayuntamientos, diputaciones y entidades privadas, que se desarrollan en centros de día y pretenden potenciar hábitos y estilos de vida saludables, que promuevan la autonomía e independencia en la vida diaria, el desarrollo personal y la participación activa y solidaria.