Anea y Philips crean el primer Observatorio del Transporte Sanitario
Además, en el marco de la firma de este convenio, Philips dotará a 1000 ambulancias de equipos de desfibrilación

La Asociación Nacional de Empresarios de Ambulancias (Anea), con el apoyo de Philips, han puesto en marcha del primer Observatorio del Transporte Sanitario para mejorar el transporte de pacientes y sus protocolos. A través del observatorio se pondrán en marcha una serie de iniciativas que fomentarán la investigación y el desarrollo del sector de la asistencia hacia una atención de excelencia, así como la actualización del libro blanco del transporte sanitario.
“En el ámbito del observatorio se avanzará con un estudio sectorial, en conjunto con la Fundación Nacional de Transporte Sanitario, para tener una visión global de las necesidades del servicio y definir un plan de acción con vista a optimizar costes y establecer protocolos más eficientes, en beneficio de los pacientes”, remata Juan de Dios, presidente de la Anea.
“Philips tiene un compromiso de mejorar la vida de las personas a través de la innovación en todos los ámbitos de la atención sanitaria. Este acuerdo es un paso más en nuestra labor de cooperación con los profesionales del transporte sanitario en la mejora de la calidad asistencial, poniendo a su disposición herramientas facilitadoras que potencien el acceso a un soporte vital ecuánime y al alcance de todos”, reitera Miguel Ángel Sánchez, distributor manager de Philips.
Cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardíacas (PC) extrahospitalarias, lo que equivale a una media de una parada cardiaca cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Ante lo alarmante de estas cifras, este convenio contempla también el equipamiento con 1.000 Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA) a la red de 20 asociaciones que prestan servicio en todo el país.
La necesidad de disponer de desfibrilación en las ambulancias de urgencias y no sólo en las UVI-móviles es evidente, teniendo en cuenta que hasta el 20% de las paradas cardíacas extrahospitalarias que se producen en el IAM son presenciadas por el personal de las ambulancias, y del 9,7% al 21,7% de las muertes prehospitalarias por IAM se producen en el traslado al hospital. Este acuerdo firmado entre Philips y ANEA apoya además, la normativa que obliga a que las ambulancias estén dotadas de equipos de soporte vital básico.
En esta línea, el International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR), la European Resuscitation Council (ERC), y la American Heart Association (AHA) se suman a la recomendación de que toda ambulancia que tenga posibilidad de tratar una parada cardiaca debe disponer de equipo y de personal entrenado para desfibrilar.
El desfibrilador, clave en la atención al paro cardíaco súbito
Es importante saber que, por cada minuto que transcurre en una parada cardiorrespiratoria, se reducen las probabilidades de supervivencia de la víctima en un 10%, y es vital actuar antes de los cuatro minutos.
De acuerdo con el consenso sobre instalación de desfibriladores en espacios públicos, elaborado por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y la Fundación Gaspar Casal, la desfibrilación es la única intervención eficaz que existe para tratar el paro cardíaco. Un acceso rápido a la desfibrilación podría aumentar las probabilidades de supervivencia en 3 de cada 4 casos de paro cardíaco repentino.
“En el ámbito del observatorio se avanzará con un estudio sectorial, en conjunto con la Fundación Nacional de Transporte Sanitario, para tener una visión global de las necesidades del servicio y definir un plan de acción con vista a optimizar costes y establecer protocolos más eficientes, en beneficio de los pacientes”, remata Juan de Dios, presidente de la Anea.
“Philips tiene un compromiso de mejorar la vida de las personas a través de la innovación en todos los ámbitos de la atención sanitaria. Este acuerdo es un paso más en nuestra labor de cooperación con los profesionales del transporte sanitario en la mejora de la calidad asistencial, poniendo a su disposición herramientas facilitadoras que potencien el acceso a un soporte vital ecuánime y al alcance de todos”, reitera Miguel Ángel Sánchez, distributor manager de Philips.
Cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardíacas (PC) extrahospitalarias, lo que equivale a una media de una parada cardiaca cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Ante lo alarmante de estas cifras, este convenio contempla también el equipamiento con 1.000 Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA) a la red de 20 asociaciones que prestan servicio en todo el país.
La necesidad de disponer de desfibrilación en las ambulancias de urgencias y no sólo en las UVI-móviles es evidente, teniendo en cuenta que hasta el 20% de las paradas cardíacas extrahospitalarias que se producen en el IAM son presenciadas por el personal de las ambulancias, y del 9,7% al 21,7% de las muertes prehospitalarias por IAM se producen en el traslado al hospital. Este acuerdo firmado entre Philips y ANEA apoya además, la normativa que obliga a que las ambulancias estén dotadas de equipos de soporte vital básico.
En esta línea, el International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR), la European Resuscitation Council (ERC), y la American Heart Association (AHA) se suman a la recomendación de que toda ambulancia que tenga posibilidad de tratar una parada cardiaca debe disponer de equipo y de personal entrenado para desfibrilar.
El desfibrilador, clave en la atención al paro cardíaco súbito
Es importante saber que, por cada minuto que transcurre en una parada cardiorrespiratoria, se reducen las probabilidades de supervivencia de la víctima en un 10%, y es vital actuar antes de los cuatro minutos.
De acuerdo con el consenso sobre instalación de desfibriladores en espacios públicos, elaborado por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y la Fundación Gaspar Casal, la desfibrilación es la única intervención eficaz que existe para tratar el paro cardíaco. Un acceso rápido a la desfibrilación podría aumentar las probabilidades de supervivencia en 3 de cada 4 casos de paro cardíaco repentino.