Fundación Mémora refuerza su alianza con los municipios para detectar y prevenir la soledad
En el marco del Día Internacional contra la Soledad no Deseada, Fundación Mémora pone de relieve la importancia de abordar este fenómeno desde una perspectiva comunitaria, al tratarse de un determinante clave de la salud y un desafío que interpela al conjunto de la sociedad.
La soledad no deseada es el sentimiento que surge cuando una persona percibe falta de compañía o apoyo emocional. Lejos de ser una experiencia individual pasajera, constituye un reto de salud pública por su impacto negativo en la salud física y mental. Según el Observatorio Ciudades que Cuidan de Fundación Mémora, este fenómeno aumenta hasta en un 26% el riesgo de morir de forma prematura y se asocia a una mayor posibilidad de sufrir depresión, ansiedad y deterioro cognitivo. “Nos encontramos frente a un fenómeno social que debe trabajarse como una cuestión de salud pública comunitaria, ya que afecta a un gran número de personas, y creemos que es importante fomentar la participación de los públicos más afectados para buscar soluciones y estrategias destinadas a luchar contra la soledad no deseada”, afirma José Joaquín Pérez, director de Fundación Mémora.
EL PAPEL DE LOS MUNICIPIOS
A través del proyecto ‘Ciudades que Cuidan’, Fundación Mémora promueve un modelo de ciudad que sitúa los cuidados en el centro, generando entornos donde las personas puedan envejecer, participar y ser acompañadas con dignidad. La iniciativa acompaña a los ayuntamientos en el diseño de estrategias locales para detectar, prevenir y abordar la soledad no deseada, especialmente entre las personas mayores, mediante la creación de redes comunitarias, la implicación del tejido social y la participación de la ciudadanía.
A lo largo de 2025, cuatro municipios se han unido al proyecto: Santander, Las Palmas, Santurce y Manresa; sumando así un total de 6 ciudades que trabajan para ser más cuidadosas con las personas que habitan en ellas. “El aumento del número de municipios que forman parte del proyecto refuerza la idea de que la actuación local es clave para detectar situaciones de soledad y ofrecer respuestas cercanas, coordinadas y sostenibles en el tiempo”, asegura Pérez.
Asimismo, el pasado mes de septiembre, Fundación Mémora anunció el inicio de su colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para impulsar la creación del sello de calidad ‘Ciudad que Cuida’. Se trata de un reconocimiento que se entregará a los municipios que apliquen una metodología de autoevalución en materia de cuidados. Su principal objetivo es avanzar hacia ciudades más cuidadoras, que sitúan a las personas en el centro de las políticas municipales. Según el director de Fundación Mémora, “tenemos mecanismos para atender esta demanda y pensamos que las ciudades son la administración más lógica, cercana y eficaz para resolver la soledad no deseada”.
COMPRENDER Y PREVENIR LA SOLEDAD
Por otra parte, el Observatorio Ciudades que Cuidan de Fundación Mémora analiza desde 2021 la repercusión de los artículos sobre la soledad no deseada en los medios de comunicación, a partir de la revisión de diferentes artículos y noticias publicados en prensa digital y en papel durante el año. En su último informe, se constata que en la mayoría de las comunidades autónomas ya se trabaja desde estrategias o planes contra la soledad no deseada, con actuaciones de diversa naturaleza como programas de acompañamiento, iniciativas de envejecimiento activo o soluciones de cohousing y coliving, y que promuevan la interacción social.
En este sentido, el Observatorio incide en la necesidad de crear una Estrategia Nacional contra la Soledad No Deseada que coordine las actuaciones locales y promueva políticas públicas de acompañamiento y prevención, reforzando la idea de que las ciudades que cuidan son la base de una sociedad que protege, escucha y acompaña.
Además de las actividades de investigación y sensibilización, Fundación Mémora desarrolla a lo largo del año acciones formativas y programas de acompañamiento dirigidos a profesionales y ciudadanía. A través de sus cursos y jornadas, la entidad fomenta el cuidado integral y la atención al final de la vida, promoviendo habilidades para acompañar a personas mayores o en situación de vulnerabilidad. Estas iniciativas, que se llevan a cabo en colaboración con universidades, colegios profesionales y entidades sociales, buscan construir comunidades más empáticas, preparadas para cuidar y capaces de prevenir la soledad no deseada desde la proximidad.
