Un informe revela que las personas mayores estadounidenses pobres mueren nueve años antes
El informe Los adultos mayores de bajos ingresos mueren nueve años antes que aquellos con mayor riqueza –realizado por el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento (NCOA) y el Centro LeadingAge LTSS de la UMass Boston–, destaca la creciente brecha de riqueza entre los estadounidenses mayores de 60 años y su devastador impacto en la salud y la longevidad. Este informe forma parte de la serie ‘Abordando la crisis de jubilación del país: El 80%’.
Los investigadores analizaron datos del Estudio de Salud y Jubilación –Health and Retirement Study–, un estudio longitudinal que encuestó a una muestra representativa de 10.000 hogares en Estados Unidos, correspondientes al período 2018-2022. El estudio segmentó los hogares por quintiles de riqueza para evaluar la edad de mortalidad, las tasas de mortalidad, los ingresos, los activos y el valor de las viviendas a lo largo del tiempo. Cada quintil representa, aproximadamente, nueve millones de hogares estadounidenses de personas mayores, para un total de 43 millones de hogares.
Los investigadores encontraron varios datos interesantes pero alarmantes. En primer lugar, la riqueza está estrechamente relacionada con la longevidad. Las tasas de mortalidad entre los adultos mayores que pertenecen al 60% más pobre de la población fueron casi el doble que las de las personas que pertenecen al 20% más rico. Otra conclusión relevante es que más de 19 millones (el 45%) de hogares de sénior no cuentan con los ingresos necesarios para cubrir sus gastos básicos, según datos del Índice de Costo de Vida para Adultos Mayores. Además, el 80%, o unos 34 millones de hogares, no podrían afrontar una situación de gran adversidad, como la viudez, una enfermedad grave o la necesidad de cuidados a largo plazo.
“Es indignante e inaceptable que en Estados Unidos, en 2025, la pobreza robe casi una década de la vida de los estadounidenses mayores”, señaló Ramsey Alwin, presidente y director ejecutivo de NCOA. “Millones de estadounidenses mayores que trabajaron duro y cumplieron con las normas están muriendo prematuramente simplemente porque no tienen suficientes recursos financieros. “Tenemos que impulsar mejores políticas ahora para que todos, no solo los ricos, tengan la oportunidad de disfrutar de una larga vida”, concluye Alwin.
