Afundación reconoció la contribución de las personas voluntarias de sus espazos + 60 de toda Galicia con un acto dedicado en esta ocasión a las 147 personas que participan actualmente durante todo el año en sus talleres y mercadillos solidarios de A Coruña, Betanzos, Ferrol, Ourense, Pontevedra y Viveiro. Durante el evento, celebrado en el Centro Obra Social Abanca de Santiago de Compostela, las coordinadoras de los talleres y representantes de los grupos de voluntariado dialogaron en dos mesas redondas sobre las motivaciones para participar en estas iniciativas solidarias, lo que les aporta y lo que representan para la sociedad en su conjunto.

Cada taller solidario es distinto y en él participan personas de perfiles muy diversos y, aunque unos cuentan con una trayectoria consolidada y otros son de reciente creación, todos tienen en común “trabajar en favor de causas solidarias y establecer lazos de cuidados, amistad y cooperación entre las personas participantes, sumando en la actualidad más de 4000 horas de voluntariado al año”.

El objetivo del encuentro es para Afundación “reconocer su talento, agradecer su dedicación, favorecer que las personas de distintas localidades se conozcan y puedan establecer lazos de cooperación y propiciar que se creen talleres solidarios en otros espazos +60”. Además, para poner en valor el trabajo realizado en los talleres, el Centro Obra Social Abanca acogió una exposición de algunas de las creaciones.

La iniciativa se enmarca en la conmemoración del Día Internacional de los Voluntarios que celebra Naciones Unidas cada 5 de diciembre para reconocer y promover la incansable labor de las personas voluntarias de todo el mundo. Tal y como subraya la ONU, “los voluntarios generan una cultura de servicio más rica en sus comunidades. Ayudan a tender puentes entre generaciones y apoyan el desarrollo sostenible. El voluntariado es un ciclo intergeneracional que nos permite trabajar juntos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

EL VALOR DE LA EXPERIENCIA EN LOS ESPAZOS +60

El programa ‘El valor de la experiencia’ de Afundación tiene como objetivo ofrecer nuevas oportunidades de participación para aprovechar el talento y la experiencia personal y profesional de las personas mayores al servicio de la sociedad en diferentes ámbitos. Así, las personas socias de los espazos +60 de Afundación pueden participar en actividades de voluntariado intergeneracional, cultural y educativo, voluntariado social y comunitario y voluntariado medioambiental. Los talleres y mercadillos solidarios son una de las iniciativas más consolidadas y que cuentan con un mayor compromiso por parte de las personas participantes ya que se desarrollan durante todo el año.

El taller solidario de Ourense, el pionero, comenzó en 1998 cuando se invitó a participar a distintas personas que habían identificado desde el espazo +60 que vivían solas. La tienda solidaria nació primero con el objetivo de colaborar con la escuela de la Misión de Jijpijapa en Ecuador y desde 2001 pusieron en marcha el proyecto ‘Carrito don Amabl’” en colaboración con la Asociación contra el Cáncer de Ourense. Desde hace dos años colaboran también con el Departamento de Humanización sanitaria del área de Ourense, Verín y O Barco, elaborando artesanalmente “almohadas con corazón”, destinadas a mujeres operadas de cáncer de mama. Hoy participan en el taller 36 personas de entre 61 y 83 años. En los últimos 10 años han recaudado casi 13.000 euros y este año destinarán los fondos a la residencia de personas mayores con pocos recursos Francisco Ramón Pastor en Catarroja.

El taller solidario de A Coruña comenzó en 2002 por iniciativa de un grupo de socias y 8 años después, una de ellas, Dolores Rodríguez, decidió convertirse en monitora aplicando sus conocimientos profesionales. Hoy participan 32 personas de 61 a 89 años que durante todo el año trabajan artesanalmente elaborando ropa infantil, manteles, muñecos o encajes de Camariñas. Desde su inicio han recaudado ya 118.000 euros y este año, destinarán lo recogido a la residencia de personas mayores con pocos recursos Francisco Ramón Pastor de Catarroja (Valencia).

En Betanzos el taller se creó en 2021, a iniciativa de Pilar Lamas tras su jubilación como coordinadora de este espazo+60. Actualmente participan 12 personas entre 51 y 76 años que trabajan haciendo amigurumis, llaveros o carteras. Hasta el momento han recaudado 3300 euros, destinados a la Cruz Roja de Betanzos que este año enviará lo recogido a las personas damnificadas por la DANA de Valencia.

En Ferrol la iniciativa surgió en el taller de manualidades del centro, cuando la profesora que dirigía la actividad trasladó que en el Sanatorio de la Fundación Fontilles de Alicante escaseaban las vendas para sus pacientes de lepra, y todas las personas del curso las empezaron a elaborar artesanalmente. Así nació el espacio “Mayores solidarios” que continuó colaborando con otras iniciativas. Desde 2006 destinan los beneficios de su taller solidario, donde elaboran bolsos, manteles, gorros, chales, llaveros…, a la Cocina Económica de Ferrol. Desde entonces, han recaudado 55.900 euros y actualmente participan 23 personas de entre 65 y 97 años, coordinadas por Ana Vila.

Pontevedra cuenta con dos talleres solidarios de reciente creación, el de lana creativa, impulsado desde 2023 por la monitora voluntaria María Ángeles Pérez García, que fue diseñadora de moda e imparte la técnica de bolsos de lana y cañamazo y un taller de amigurumi, creado en 2024 a iniciativa de otra socia, Alcira García Vidal. En ambos participan 30 personas entre 62 y 79 años. Hasta el momento, han destinado los fondos recaudados al Comedor de San Francisco y a la Asociación FRANGIL contra la leucemia y este año enviarán la recaudación a la residencia de personas mayores con pocos recursos Francisco Ramón Pastor en Catarroja.

Finalmente, el taller solidario de Viveiro se creó en 2024, impulsado por dos socias, Edelmira Paz e Isabel Rama, quienes propusieron coordinar la iniciativa a otra socia, Dolores Fernández, por su experiencia trabajando en la costura. Participan 10 voluntarias entre 52 y 80 años y destinarán los fondos recaudados en su primer año de creación a la residencia de personas mayores con pocos recursos Francisco Ramón Pastor en Catarroja.