El presidente de la Asociación de Residencias de la Tercera Edad de Castilla-La Mancha (Artecam), Francisco José Núñez, aseguró que el futuro de los cuidados de personas mayores y dependientes en España pasa irremediablemente por contar con una “financiación digna” y, al mismo tiempo, con establecer una “nueva normativa”, que “abarque las necesidades actuales y no será impedimento para el desarrollo de los modelos de atención más avanzados”.

Con esta reclamación, formulada durante la jornada ‘El futuro de los cuidados’ organizada por Artecam en Toledo, Núñez sentaba las bases sobre las que, a su juicio, debe pivotar la revolución de los cuidados, máxime cuando está a las puertas la entrada al sistema de toda una generación, la del baby boom, que amplificará las necesidades de atención y obligará a moldear los servicios para satisfacer los gustos y preferencias de los próximos usuarios. 

“Aunque se vea lejano, yo por ejemplo soy un boomer, tengo claro cómo quiero que sea la atención futura y también cómo quiero satisfacer los deseos de las personas usuarias que ahora están recibiendo estos servicios en nuestros centros, de día o residencias, o la ayuda a domicilio o la teleasistencia”, apuntó. 

Para el presidente de la patronal, esa atención debe conllevar un incremento del precio de la plaza concertada con la mirada puesta en que nunca se sitúe por debajo de los 2.030 euros, si bien afirmó que el ‘precio justo’ debería establecerse en 2.700 euros. 

Junto a esto, reclamó que exista un sistema de cuidados centrado en la persona, una concertación mixta, con un 50% de plazas concertadas y otro 50% plazas privadas, abonadas con prestaciones vinculadas al servicio, así como que cada residencia tenga un 50% de plazas concertadas como mínimo, y que se trabaje con indicadores de satisfacción del propio usuario para medir la calidad del servicio, basados en las historias de vida y en la libertad de elección.

La experiencia vivida con la pandemia llevó al presidente de Artecam a exigir que la construcción del nuevo modelo no se realice “sin unas herramientas básicas”, como son la informatización de las residencias con los mismos equipos de Atención Primaria y con una coordinación “eficaz y constante” con los equipos de Atención Primaria y Especializados en atención al final de la vida.

No se olvidó de agradecer el “compromiso” mostrado por unos profesionales que “son esenciales” y que “se han dejado la piel” durante la pandemia sanitaria, y recordó que “entre el 97 y el 98% de las personas que trabajan en las residencias ya están vacunados”. “Ahora hay que estar a la altura y lograr responder a ese compromiso”, expresó el presidente de una asociación que lleva casi 30 años trabajando “por y para el sector de la atención a las personas de Castilla-La Mancha.

El éxito, según resumió, se basa en más financiación, nueva normativa y, en especial, en dignificar un sector que ya antes de la crisis estaba “maltrecho” y que la pandemia no ha hecho más que “agravar”. 

“Trabajemos en el futuro sentando las bases del presente”, colaborando con las Administraciones, las organizaciones de personas mayores, según afirmó como presidente de una asociación que representa a un centenar de centros, con un total de 8.700 plazas residenciales, lo que supone el 57% del total de plazas privadas que existen en la comunidad de Castilla-La Mancha, y que genera empleo para un total de 4.200 trabajadores. 

Junto al presidente de Artecam, participaron en la mesa para explicar las perspectivas del futuro de los cuidados la directora general de CEAPs, Marina del Corral; Javier García, director general de Ceoma, y Lourdes Rivera, directora general de Amavir y miembro de Aeste.