Pilar Ardanza / Diputada de Acción Social de la Diputación Foral del Bizkaia
‘Establecemos como prioridad las personas y queremos que ese compromiso guíe las políticas’
La responsable de gestionar las políticas sociales en Bizkaia apuesta, en el ecuador de su mandato, por consolidar una red de servicios que hagan frente a una realidad demográfica extraordinaria: la esperanza de vida en el territorio es una de las más altas del mundo
Pregunta.- Casi el 35% del presupuesto de Acción Social para este año se destina a programas especialmente dirigidos a las personas mayores. ¿Sobre qué aspectos harán hincapié las políticas que se desarrollen en este ámbito?
Respuesta.- El Departamento de Acción Social cuenta este año con un presupuesto que sobrepasa los 450 millones de euros, una cuantía que representa un 43,5% del presupuesto total de la Diputación Foral.
La suma de las partidas dedicadas a personas mayores, las prestaciones y subvenciones de la dependencia y el de discapacidad completan el 70% del presupuesto total.
La Diputación ha optado por el mantenimiento de los servicios sociales y no rebasar las líneas rojas. La apuesta por las personas, por priorizar las necesidades de las personas más vulnerables del territorio, como personas mayores queda patente. El presupuesto destinado a personas mayores asciende a 157 millones de euros.
Con este compromiso, se mantiene el mismo número de plazas que en el pasado ejercicio, se mantendrá igualmente el programa de respiro con la apertura de centros de día, incluyendo sábados y domingos, etcétera.
P.- La Diputación de Bizkaia ha manifestado en alguna ocasión su intención de implementar las mejores políticas sociales en el territorio. Teniendo en cuenta el actual contexto económico que vivimos y que otras administraciones están aplicando recortes en servicios sociales, el suyo parece un reto difícil…
R.- Establecemos como prioridad las personas, y queremos que ese compromiso con las personas guíe nuestra acción de Gobierno. Esto se concreta en un hecho en concreto: mantener el sistema de protección de las personas más vulnerables de nuestro territorio, personas con dependencia, con discapacidad, personas en riesgo de exclusión social, menores, mujeres víctimas de malos tratos… Es fundamental preservar esos derechos que nos harán falta a cada uno de nosotros en algún momento de la vida…
Así, cerca de la mitad del presupuesto de Bizkaia se destina a lo que hemos considerado lo más importante, las personas. No pueden ser doblemente castigadas por la situación económica que atravesamos.
Además impulsamos una Bizkaia inteligente, sostenible e inclusiva. La colaboración con las entidades que trabajan en el sector social (tercer sector de acción social) y el ámbito académico (universidades) nos abre muchas posibilidades para innovar.
P.- Bizkaia apuesta cada vez más por el I+D+i en políticas sociales. ¿Qué oportunidades plantea la innovación en servicios sociales y en qué proyectos concretos están trabajando en este ámbito?
R.- Todos tenemos la responsabilidad de hacer un territorio avanzado en I+D+i social. Estamos innovando, impulsando proyectos de innovación que nos ayudan a testar nuevas políticas.
P.- Queremos que Bizkaia cuente con las mejores políticas sociales. Vamos a redoblar los esfuerzos para impulsar proyectos de innovación en acción, proyectos piloto que nos ayuden a testar nuevas políticas, que después extenderemos a todo el Territorio Histórico.
R.- Los programas de respiro son ejemplo de ello. La Diputación decidió dar un paso más en la atención a las personas cuidadoras de familiares con dependencia. Pusimos en marcha dos nuevos servicios; la apertura de centros de día para fines de semana y una segunda ofreciendo la posibilidad de que una persona se haga cargo en su propio domicilio de esa persona mayor, sin que tenga que ingresar en una residencia.
El servicio de respiro para familiares que cuidan a personas en situación de dependencia en sus hogares ha supuesto la aplicación de fórmulas innovadoras, como la utilización de nuevas tecnologías y la figura del voluntariado.
P.- Tradicionalmente, al hablar de políticas dirigidas a personas mayores, se pensaba automáticamente en el desarrollo de servicios asistenciales, sin embargo, cada vez se tiene más presente el valor del envejecimiento activo. En este sentido, la Diputación ha apostado por la inclusión en la Alianza Europea de Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable. ¿Qué ventajas aporta formar parte de esta red?
R.- La asistencia social está garantizada hoy en día. Sí es verdad que se abre una reflexión o una pregunta: qué modelo se le debe aplicar al sistema para decidir cómo queremos que se nos atienda. Nos tendremos que plantear como sociedad qué estamos dispuestos a hacer para que en un futuro se nos garantice la asistencia que precisemos.
Y lo planteamos porque nuestra aspiración es ser un instrumento eficaz que pueda dar respuesta a las necesidades que afectan a la ciudadanía de Bizkaia. Nuestras acciones se reflejan directamente en los vizcaínos y vizcaínas.
Ahora bien, aunque la gente asocie persona mayor a persona dependiente, tenemos que lanzar una primera afirmación contundente: solamente el
10% de las personas mayores de 65 años tienen algún tipo de dependencia. Es decir, tenemos delante a un colectivo muy importante de hombres y mujeres a los que tenemos que invitar a que participen activamente de su vida en la edad que tengan, a que no identifiquen jubilación laboral con jubilación para la vida.
De ahí nuestro compromiso con el impulso de políticas de envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional. Sabemos que un envejecimiento activo incide directamente en la salud de las personas mayores. La inclusión en la Alianza Europea de Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable es clave y enriquecedor para desarrollar estas políticas.
P.- ¿Le valdrá esta apuesta por el envejecimiento activo a Bizkaia para afrontar el reto demográfico que lo sitúa como un territorio muy envejecido en pocos años?
R.- Sin duda, la estrategia de Bizkaia en este sentido se llama envejecimiento activo. Nuestra realidad demográfica es extraordinaria; cuenta con una de las poblaciones más envejecidas y, por el otro lado, la esperanza de vida es la más elevada del mundo. Además, Bizkaia ha alcanzado unos niveles de bienestar importantes, el nivel cultural se ha elevado… Esta realidad requiere de nuevas respuestas. Eso nos lleva a la conclusión de que las personas mayores deben ser parte activa de nuestra sociedad y de ahí nace el concepto del envejecimiento activo.
Respuesta.- El Departamento de Acción Social cuenta este año con un presupuesto que sobrepasa los 450 millones de euros, una cuantía que representa un 43,5% del presupuesto total de la Diputación Foral.
La suma de las partidas dedicadas a personas mayores, las prestaciones y subvenciones de la dependencia y el de discapacidad completan el 70% del presupuesto total.
La Diputación ha optado por el mantenimiento de los servicios sociales y no rebasar las líneas rojas. La apuesta por las personas, por priorizar las necesidades de las personas más vulnerables del territorio, como personas mayores queda patente. El presupuesto destinado a personas mayores asciende a 157 millones de euros.
Con este compromiso, se mantiene el mismo número de plazas que en el pasado ejercicio, se mantendrá igualmente el programa de respiro con la apertura de centros de día, incluyendo sábados y domingos, etcétera.
P.- La Diputación de Bizkaia ha manifestado en alguna ocasión su intención de implementar las mejores políticas sociales en el territorio. Teniendo en cuenta el actual contexto económico que vivimos y que otras administraciones están aplicando recortes en servicios sociales, el suyo parece un reto difícil…
R.- Establecemos como prioridad las personas, y queremos que ese compromiso con las personas guíe nuestra acción de Gobierno. Esto se concreta en un hecho en concreto: mantener el sistema de protección de las personas más vulnerables de nuestro territorio, personas con dependencia, con discapacidad, personas en riesgo de exclusión social, menores, mujeres víctimas de malos tratos… Es fundamental preservar esos derechos que nos harán falta a cada uno de nosotros en algún momento de la vida…
Así, cerca de la mitad del presupuesto de Bizkaia se destina a lo que hemos considerado lo más importante, las personas. No pueden ser doblemente castigadas por la situación económica que atravesamos.
Además impulsamos una Bizkaia inteligente, sostenible e inclusiva. La colaboración con las entidades que trabajan en el sector social (tercer sector de acción social) y el ámbito académico (universidades) nos abre muchas posibilidades para innovar.
P.- Bizkaia apuesta cada vez más por el I+D+i en políticas sociales. ¿Qué oportunidades plantea la innovación en servicios sociales y en qué proyectos concretos están trabajando en este ámbito?
R.- Todos tenemos la responsabilidad de hacer un territorio avanzado en I+D+i social. Estamos innovando, impulsando proyectos de innovación que nos ayudan a testar nuevas políticas.
P.- Queremos que Bizkaia cuente con las mejores políticas sociales. Vamos a redoblar los esfuerzos para impulsar proyectos de innovación en acción, proyectos piloto que nos ayuden a testar nuevas políticas, que después extenderemos a todo el Territorio Histórico.
R.- Los programas de respiro son ejemplo de ello. La Diputación decidió dar un paso más en la atención a las personas cuidadoras de familiares con dependencia. Pusimos en marcha dos nuevos servicios; la apertura de centros de día para fines de semana y una segunda ofreciendo la posibilidad de que una persona se haga cargo en su propio domicilio de esa persona mayor, sin que tenga que ingresar en una residencia.
El servicio de respiro para familiares que cuidan a personas en situación de dependencia en sus hogares ha supuesto la aplicación de fórmulas innovadoras, como la utilización de nuevas tecnologías y la figura del voluntariado.
P.- Tradicionalmente, al hablar de políticas dirigidas a personas mayores, se pensaba automáticamente en el desarrollo de servicios asistenciales, sin embargo, cada vez se tiene más presente el valor del envejecimiento activo. En este sentido, la Diputación ha apostado por la inclusión en la Alianza Europea de Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable. ¿Qué ventajas aporta formar parte de esta red?
R.- La asistencia social está garantizada hoy en día. Sí es verdad que se abre una reflexión o una pregunta: qué modelo se le debe aplicar al sistema para decidir cómo queremos que se nos atienda. Nos tendremos que plantear como sociedad qué estamos dispuestos a hacer para que en un futuro se nos garantice la asistencia que precisemos.
Y lo planteamos porque nuestra aspiración es ser un instrumento eficaz que pueda dar respuesta a las necesidades que afectan a la ciudadanía de Bizkaia. Nuestras acciones se reflejan directamente en los vizcaínos y vizcaínas.
Ahora bien, aunque la gente asocie persona mayor a persona dependiente, tenemos que lanzar una primera afirmación contundente: solamente el
10% de las personas mayores de 65 años tienen algún tipo de dependencia. Es decir, tenemos delante a un colectivo muy importante de hombres y mujeres a los que tenemos que invitar a que participen activamente de su vida en la edad que tengan, a que no identifiquen jubilación laboral con jubilación para la vida.
De ahí nuestro compromiso con el impulso de políticas de envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional. Sabemos que un envejecimiento activo incide directamente en la salud de las personas mayores. La inclusión en la Alianza Europea de Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable es clave y enriquecedor para desarrollar estas políticas.
P.- ¿Le valdrá esta apuesta por el envejecimiento activo a Bizkaia para afrontar el reto demográfico que lo sitúa como un territorio muy envejecido en pocos años?
R.- Sin duda, la estrategia de Bizkaia en este sentido se llama envejecimiento activo. Nuestra realidad demográfica es extraordinaria; cuenta con una de las poblaciones más envejecidas y, por el otro lado, la esperanza de vida es la más elevada del mundo. Además, Bizkaia ha alcanzado unos niveles de bienestar importantes, el nivel cultural se ha elevado… Esta realidad requiere de nuevas respuestas. Eso nos lleva a la conclusión de que las personas mayores deben ser parte activa de nuestra sociedad y de ahí nace el concepto del envejecimiento activo.
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