El Ciam San Prudencio desarrolla un plan de intervención con las familias de los residentes
El Centro Integral de Atención a Personas Mayores de Vitoria-Gasteiz trabaja con familiares y allegados en las estrategias de cuidados para los usuarios y organiza acciones para integrar a estas personas en el día a día del centro
En nuestra sociedad, la mayoría de las personas mayores se encuentran viviendo en unidades familiares, por lo que, para muchos de ellos, su cónyuge o sus hijos son las personas más importantes de su vida. De ahí el papel tan importante que sigue teniendo la familia en las vivencias de la persona mayor cuando pasa a vivir a un medio residencial.
La institucionalización es un paso más en el proceso de cuidados continuados del familiar. Cada residente, cuando entra en un centro, entra con su familia, la que tiene, surgiendo diferentes estilos de familias. Para todos, tanto residentes como familiares y trabajadores, es necesario un proceso de adaptación al cambio. Se va a pasar de atender al familiar en el domicilio a delegar el cuidado en diferentes profesionales de la institución, pero se va a seguir colaborando en esos cuidados de manera acompañada, y se va a mantener el vínculo afectivo, pero en el entorno residencial.
Esto es lo que se hace en el Centro Integral de Atención a Personas Mayores (Ciam) San Prudencio de Vitoria-Gasteiz. Uno de los objetivos de este centro es desarrollar un plan individualizado de cuidados, en colaboración con sus familiares y allegados. Entre otras actividades, en las entrevistas pre-ingreso se recaba información, precisamente, de los cuidados que la persona viene recibiendo en su domicilio de los familiares.
La familia sigue siendo la que satisface ciertas necesidades del residente o, lo que es lo mismo, le aporta grandes beneficios.
Mantener las relaciones con sus familiares ayuda a la persona mayor a seguir manteniendo su vinculación afectiva y a afrontar situaciones adversas que le puedan aparecer (sentimiento de aislamiento, de soledad). Entre otras, la familia contribuye a satisfacer necesidades emocionales (sentirse querido, sentirse útil, tener confianza en alguien, tener con quien hablar, etcétera), instrumentales (dinero, ropa, objetos personales, acompañamiento a consultas, paseos, compañía...), así como necesidades de información, consejos u orientación.
Además, para cubrir estas necesidades de aquellos residentes que no tienen familia, amigos u otro tipo de apoyo, en el Ciam San Prudencio se trabaja con personas voluntarias (a través de convenios) que puedan ocupar ese espacio relacional.
En la residencia hay dos zonas diferenciadas: una zona asistida y de Psicogeriatría y otra zona de residentes que, aunque con fragilidades, conservan mayor grado de autonomía.
Con las personas más autónomas se hacen reuniones, según las diferentes plantas donde están ubicados, dos veces al año. Se trata de crear un espacio de evaluación donde los residentes puedan expresar sus necesidades, sus quejas o aportar sus sugerencias acerca de la vida en el centro.
Es en la zona asistida y de Psicogeriatría donde se hace una mayor incidencia en el trabajo con familias, por entender la importancia de seguir manteniendo esa vinculación afectiva del residente con su familia.
Largo recorrido
En el año 1994 se elaboró el Proyecto de Trabajo con Familias del Área Asistida, realizado desde los ámbitos de la animación sociocultural y del trabajo social del centro. Es a partir de estas fechas cuando se empiezan a realizar reuniones con familiares y personal sanitario y es, desde 1996, cuando las reuniones son convocadas desde la Dirección del centro.
Los asuntos tratados a lo largo de todos estos años han ido variando. Hasta 2007 se abordaban temas de información general de la residencia: obras, cambios, mejoras, actividades, normativas, etcétera. Una parte fundamental de estas reuniones era facilitar que las familias pudieran plantear sus inquietudes, preocupaciones o propuestas. Se informaba también no sólo de las actividades multidisciplinares sino de cómo se hacían los acompañamientos de sus familiares a las diferentes salidas y actividades. Se trataba de generar confianza con los familiares y de implicarles en la vida del centro y por ende en el acompañamiento en el cuidado de su familiar.
Actualización de contenidos
Es a partir de 2007 cuando se va viendo la necesidad de incluir otros temas informativos en las reuniones que puedan ser de interés para los familiares. Se trata de informarles cuál es la vida de su familiar en el centro, cómo ocupa su tiempo, cómo se estimula o cómo se le cuida. No sólo para que las familias lo conozcan, sino para que sientan tranquilidad sobre el cuidado que se ofrece a su familiar.
Es por esto por lo que se van incluyendo temas en el orden del día como aspectos de interés referentes a los cuidados de la vida diaria del residente, realizado tanto desde el ámbito del personal técnico auxiliar, como desde el ámbito de Enfermería; cambios y mejoras en las dietas; actividades tanto individuales como grupales que se realizan en el ámbito de la fisioterapia y de la terapia ocupacional; explicación del servicio de lavandería; información de la estructura organizativa del Ciam San Prudencio; u otros servicios de la residencia.
La institucionalización es un paso más en el proceso de cuidados continuados del familiar. Cada residente, cuando entra en un centro, entra con su familia, la que tiene, surgiendo diferentes estilos de familias. Para todos, tanto residentes como familiares y trabajadores, es necesario un proceso de adaptación al cambio. Se va a pasar de atender al familiar en el domicilio a delegar el cuidado en diferentes profesionales de la institución, pero se va a seguir colaborando en esos cuidados de manera acompañada, y se va a mantener el vínculo afectivo, pero en el entorno residencial.
Esto es lo que se hace en el Centro Integral de Atención a Personas Mayores (Ciam) San Prudencio de Vitoria-Gasteiz. Uno de los objetivos de este centro es desarrollar un plan individualizado de cuidados, en colaboración con sus familiares y allegados. Entre otras actividades, en las entrevistas pre-ingreso se recaba información, precisamente, de los cuidados que la persona viene recibiendo en su domicilio de los familiares.
La familia sigue siendo la que satisface ciertas necesidades del residente o, lo que es lo mismo, le aporta grandes beneficios.
Mantener las relaciones con sus familiares ayuda a la persona mayor a seguir manteniendo su vinculación afectiva y a afrontar situaciones adversas que le puedan aparecer (sentimiento de aislamiento, de soledad). Entre otras, la familia contribuye a satisfacer necesidades emocionales (sentirse querido, sentirse útil, tener confianza en alguien, tener con quien hablar, etcétera), instrumentales (dinero, ropa, objetos personales, acompañamiento a consultas, paseos, compañía...), así como necesidades de información, consejos u orientación.
Además, para cubrir estas necesidades de aquellos residentes que no tienen familia, amigos u otro tipo de apoyo, en el Ciam San Prudencio se trabaja con personas voluntarias (a través de convenios) que puedan ocupar ese espacio relacional.
En la residencia hay dos zonas diferenciadas: una zona asistida y de Psicogeriatría y otra zona de residentes que, aunque con fragilidades, conservan mayor grado de autonomía.
Con las personas más autónomas se hacen reuniones, según las diferentes plantas donde están ubicados, dos veces al año. Se trata de crear un espacio de evaluación donde los residentes puedan expresar sus necesidades, sus quejas o aportar sus sugerencias acerca de la vida en el centro.
Es en la zona asistida y de Psicogeriatría donde se hace una mayor incidencia en el trabajo con familias, por entender la importancia de seguir manteniendo esa vinculación afectiva del residente con su familia.
Largo recorrido
En el año 1994 se elaboró el Proyecto de Trabajo con Familias del Área Asistida, realizado desde los ámbitos de la animación sociocultural y del trabajo social del centro. Es a partir de estas fechas cuando se empiezan a realizar reuniones con familiares y personal sanitario y es, desde 1996, cuando las reuniones son convocadas desde la Dirección del centro.
Los asuntos tratados a lo largo de todos estos años han ido variando. Hasta 2007 se abordaban temas de información general de la residencia: obras, cambios, mejoras, actividades, normativas, etcétera. Una parte fundamental de estas reuniones era facilitar que las familias pudieran plantear sus inquietudes, preocupaciones o propuestas. Se informaba también no sólo de las actividades multidisciplinares sino de cómo se hacían los acompañamientos de sus familiares a las diferentes salidas y actividades. Se trataba de generar confianza con los familiares y de implicarles en la vida del centro y por ende en el acompañamiento en el cuidado de su familiar.
Actualización de contenidos
Es a partir de 2007 cuando se va viendo la necesidad de incluir otros temas informativos en las reuniones que puedan ser de interés para los familiares. Se trata de informarles cuál es la vida de su familiar en el centro, cómo ocupa su tiempo, cómo se estimula o cómo se le cuida. No sólo para que las familias lo conozcan, sino para que sientan tranquilidad sobre el cuidado que se ofrece a su familiar.
Es por esto por lo que se van incluyendo temas en el orden del día como aspectos de interés referentes a los cuidados de la vida diaria del residente, realizado tanto desde el ámbito del personal técnico auxiliar, como desde el ámbito de Enfermería; cambios y mejoras en las dietas; actividades tanto individuales como grupales que se realizan en el ámbito de la fisioterapia y de la terapia ocupacional; explicación del servicio de lavandería; información de la estructura organizativa del Ciam San Prudencio; u otros servicios de la residencia.
