El Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAPs) aplaude que, al final, el Ministerio de Sanidad haya decidido administrar una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 a las personas que viven en centros residenciales, en principio, a partir del próximo 4 de octubre, y que se sume así al resto de países de la Unión Europea que ya habían tomado esa decisión con anterioridad.

“Es un momento de enorme alegría”, afirma la presidenta de CEAPs, Cinta Pascual, después de comprobar que el Gobierno atiende las recomendaciones que lleva formulando la patronal desde el principio del verano, así como las planteadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro de Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). No en vano, como recuerda, CEAPs lleva “más de 60 días exigiendo y suplicando al Gobierno que decidiera inyectar esa dosis a las personas mayores”, por ser estas, por su perfil de muy dependiente, de más de 85 años y con un sistema inmunológico debilitado, “las más vulnerables”. 

Agradece que ninguna comunidad se haya mostrado en contra de administrar la vacuna, sin bien lamenta que la decisión llegue después de haber pasado esa quinta ola que ha demostrado que “el grado de inmunidad había descendido, lo que ha ocasionado lamentablemente que se produjeran defunciones en los centros residenciales”.

A la espera de conocer la letra pequeña, es decir cuándo y cómo se comenzará a realizar esa vacunación en las residencias, CEAPs reclama que el Ministerio de Sanidad “no se olvide de los centros de día”, ya que a ellos acuden personas que, del mismo modo, se encuentran en una situación de vulnerabilidad.

Junto a esta reclamación, la presidenta de la patronal vuelve a insistir en la necesidad de que sea obligatoria la vacunación para todo el personal que trabaja en los centros residenciales, como ya se está realizando en países de nuestro entorno, como Francia e Italia, por ejemplo. Y es que, como sostiene Pascual, “las personas no vacunadas constituyen un riesgo cuando entran en contacto con personas en situación de vulnerabilidad”.

Pero no solo debería exigirse a los trabajadores de los centros residenciales. CEAPs pide que se exija un ‘pasaporte covid’  a todas los familiares que acceden a una residencia para visitar a sus familiares. “Solo sin nos protegemos, podremos proteger a nuestros seres queridos”, apostilla. 

Por su parte, Jesús Cubero, secretario general la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste), también celebra la medida adoptada por Sanidad:  “Celebramos esta noticia, puesto que lo llevamos reclamando desde hace más de un mes, si bien, consideramos que esta vacuna de refuerzo debería inocularse también a los mayores que acuden a los centros de día y a aquellos con atención domiciliaria". 

Además, añaden desde la entidad, "debería valorarse la obligatoriedad de la vacunación de los profesionales del sector, especialmente la de aquellos que, por sus funciones, mantienen contacto directo con las personas mayores”.