Respuesta.- Debería atender a los principios de una dieta equilibrada y saludable para mantener un peso normal con un patrón de dieta mediterránea, que a los mayores les es fácil de seguir porque se parece al patrón alimentario que se seguía en los hogares españoles hace más de 60 años.

R.- Su plan nutricional deberá tener como objetivo el normopeso, un buen estado nutricional y un mejor control glucémico. El patrón alimentario se podrá flexibilizar en función del tipo de fármacos que tome para controlar su azúcar, pero algunas recomendaciones generales son: comer varias veces al día (nunca ingestas copiosas), evitar los azúcares de absorción rápida (zumos envasados, confituras, miel o repostería); toma diaria de verduras y frutas (enteras, mejor que exprimidas) por su elevado contenido en fibra, uso de aceite de oliva y huir de las grasas animales. Anteponer el pescado a la carne (en especial, pescado azul pequeño), limitar las yemas de los huevos (no así las claras) y 2-3 raciones de lácteos al día (son una fuente importante de proteínas), desnatados si el paciente es obeso. Se recomienda tomar unos 30 gramos de frutos secos 3-4 veces a la semana (valores modificables por su médico si lo considera conveniente) y, por último, recordar que deben evitar la alimentación rutinaria de alimentos procesados.

R.- No, solo deben evitar los hidratos de carbono de absorción rápida, pero nunca deben dejar de tomar alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta. Los necesitan como fuente de energía para sus células.

R.- El índice glucémico es un sistema para clasificar los distintos alimentos según su respuesta glucémica respecto a un alimento de referencia que tiene la misma cantidad de hidratos de carbono. La importancia de este sistema está siendo cuestionada porque  no comemos siempre alimentos aislados, sino que combinamos distintos alimentos con elaboraciones diferentes, lo que también tiene importancia en la elevación o no de los niveles de glucosa después de la comida. Por ejemplo, no es lo mismo comer patata cocida que frita, o patata cocida a la que hemos añadido mahonesa, o la que preparamos con otras verduras, atún y mahonesa. En estas distintas formas la respuesta glucémica cambia. Si el índice glucémico de la patata es elevado, cuando lo acompañamos de alimentos grasos el estómago vacía más lentamente y la absorción de este alimento puede cambiar modificando la respuesta glucémica postprandial (nivel de glucosa en sangre tras una comida).