Martes, 7 de Mayo de 2024 | Teléfono: 986 438 020
Atrás

OPINIÓN

Hemos mostrado nuestra alegría por la aprobación, pero no es un acto de irresponsabilidad ni de irreflexión

Artículo de opinión de Cheles Cantabrana, presidenta de la Confederación Española de Alzheimer, sobre la aprobación de aducanumab en EE UU

14-07-2021

COMPARTIR
El pasado 7 de junio, la FDA aprobó el aducanumab, medicamento para tratar a personas con Alzheimer. Desde 2003, es el primer fármaco para la enfermedad que se aprueba, lo que le confiere un doble valor: haber roto la maldición que parece pesaba sobre el Alzheimer y que hacía fracasar un ensayo tras otro; e incorporar la novedad sobre las otras terapias disponibles de atacar las placas de proteína beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo. El nuevo medicamento va a la propia esencia de la enfermedad.

A pesar de la bocanada de esperanza que insufla a millones de personas en el mundo, la alegría de su aprobación se ha visto empañada por cuestiones que tienen que ver con la modalidad de aprobación: la conocida como “aprobación acelerada”, que consiste en dar el visto bueno a un medicamento para una enfermedad grave o potencialmente mortal ante la evidencia de que puede prestar un beneficio terapéutico significativo frente a otros medicamentos existentes, si se demuestra que ejerce un efecto positivo sobre un criterio de valoración sustituto que anticipe beneficio clínico para las y los pacientes. No es la primera vez que se utiliza esta vía de aprobación, de hecho, no es infrecuente en enfermedades que originan enorme sufrimiento en las personas, como es este caso.

Otros factores han influido, así mismo, en la controversia suscitada: la incógnita sobre los plazos de aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), el elevado coste, la deficiente preparación de los sistemas de sanidad de los países para identificar y seleccionar a los candidatos adecuados al perfil de aplicación, los efectos secundarios, etcétera.

En Ceafa hemos mostrado nuestra alegría por esta aprobación. No es un acto de irresponsabilidad ni de irreflexión. Somos conscientes de que el camino está poblado de obstáculos y de que la esperanza de nuestros afectados y de las familias puede verse frustrada si la Fase IV no es exitosa. Sin embargo, no podemos aceptar que se utilicen aspectos secundarios, que habrá que ir resolviendo –por supuesto– para atacar al principal: se ha abierto una vía novedosa que puede conducir a la erradicación de esta enfermedad devastadora y hay que explorarla razonablemente en todos sus límites. Se hace en otras enfermedades. No es admisible que haya un trato desigual con los pacientes de Alzheimer. 


Tlfno: 986 438 020 | contacto | aviso legal