Pregunta.- ¿Qué supone, a nivel personal y profesional, asumir la Dirección Ejecutiva de Atepharma?

Respuesta.- Supone mucha ilusión y un doble reto. Por un lado, estar a la altura de la excelente gestión de la fundadora, Rafaela Ramírez y, por otro, aprovechar las magníficas oportunidades que se ofrecen en el nuevo marco legislativo y empresarial a esta empresa pionera en externalizar actividades de las oficinas de Farmacia en materia asistencial. A cambio, mi formación empresarial y jurídica, en el entorno fuertemente regulado en el que desenvolvemos nuestra actividad, pueden dar nueva fuerza al proyecto.

P.- ¿Cuáles son las líneas distintivas sobre las que Atepharma está centrando sus esfuerzos?

R.- La línea de trabajo fundamental de Atepharma ha sido, y va a seguir siendo, ayudar a las oficinas de Farmacia a que puedan cumplir, de la mejor y más eficiente manera, con su obligación de atención farmacéutica a los residentes de centros sociosanitarios, a fin de que estos no se vean discriminados en su prestación farmacéutica por el hecho de no poder acudir físicamente al mostrador de esa oficina de Farmacia. Pero Atepharma está apostando fuerte por otras tres líneas de trabajo: la formación a todos los técnicos que participan en el circuito del medicamento en los centros sociosanitarios, consultoría a las oficinas de Farmacia que prefieran no externalizar el servicio pero tengan un fuerte compromiso con la calidad y, sobre todo, nuestra apuesta más fuerte: llevar una plena atención farmacéutica a los domicilios de los dependientes, la atención farmacéutica domiciliaria. Para ello hemos creado nuestra división Atepharma Home Care, que pronto presentaremos.

P.- Cuentan con una línea de formación sobre la gestión de los medicamentos. ¿En qué consiste y a quiénes se dirige?

R.- Nuestra cartera de cursos es amplia, específicamente en esa materia de gestión del medicamento. Recientemente hemos conseguido la acreditación de nuestro curso dirigido a directores de centros sociosanitarios y de atención social, cuyo objetivo es proporcionar información sobre las claves de la gestión adecuada del medicamento en esos espacios. También contamos con cursos acreditados dirigidos a la especialización en el ámbito sociociosanitario de los técnicos en Farmacia que ha suscitado gran interés en centros formativos de estos técnicos y también en el sector asistencial.

P.- En cuanto a las personas usuarias de residencias y centros sociosanitarios, ¿cómo benefician sus servicios a los pacientes polimedicados, algo tan común entre el colectivo senior?

R.- En los centros en los que prestamos nuestros servicios, el farmacéutico de Atepharma es el profesional que va a velar por la atención farmacéutica de estos usuarios. Junto a su equipo preparan la medicación en sistemas personalizados de dosificación, supervisan la correcta administración de los medicamentos, almacenamiento en las óptimas condiciones, observan el cumplimiento terapéutico y hacen seguimiento farmacoterapéutico a los residentes, lo que va a redundar en garantizar la seguridad del paciente ya que los riesgos asociados a la polimedicación es un problema sanitario de gran envergadura y el farmacéutico, en colaboración con los médicos y enfermeros, trabajan para minimizar los efectos adversos derivados de esta.

P.- La normativa, en cuanto a la prestación farmacéutica sociosanitaria, es muy variable en las distintas comunidades. ¿Por qué cuesta tanto desarrollar y aunar el aspecto jurídico?

R.- Nosotros no vemos esa variedad legislativa como un obstáculo, sino como un reto para adaptarnos a la realidad diversa que es, también en el ámbito socioasistencial, la España de las autonomías. En este sentido, estamos trabajando fuerte para seguir ofreciendo la mejor y más adecuada cartera de servicios a los centros sociosanitarios y oficinas de Farmacia, según la normativa autonómica bajo la que desarrollan su actividad.

P.- En línea con esa idea. Ante la prolongación de la esperanza de vida y la prevalencia de las enfermedades crónicas, ¿por dónde debería ir esta regulación?

R.- Sin duda, en la dirección de garantizar la atención farmacéutica domiciliaria. A pesar de las múltiples declaraciones de intenciones, pocos poderes públicos trabajan por fomentar esa posibilidad que supondrá importantes beneficios económicos y también en términos de autonomía y felicidad a las personas dependientes. Podríamos señalar como signos esperanzadores los proyectos legislativos en marcha en Galicia y Madrid.

P.- Finalmente, ¿cuáles son los retos más inmediatos en los que están trabajando desde Atepharma?

R.- Lo que dota de sentido a nuestros proyectos es elevar la calidad de un servicio: la atención farmacéutica, que en realidad es un derecho, dentro de la prestación farmacéutica, de todos los españoles. Por ello, el reto más inmediato es seguir trabajando en esa obsesión por la calidad, elevando el estándar y asegurando su homogeneidad. Para ello nuestra gran apuesta es el sello ‘pQc’, que ha recibido ya el aval de Sefager y pronto lo tendrá de otras sociedades científicas relevantes. Este sello, que estamos empezando a implantar, garantizará el más alto estándar de calidad asistencial en materia de atención farmacéutica a dependientes (residan donde residan), tanto de las oficinas de Farmacia como de los centros asistenciales que cumplan nuestro método en beneficio de los ciudadanos.