El Artículo 50 de la Constitución Española garantiza la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad mediante 'pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas'.

El texto 'constitucional' es claro, las pensiones hay que actualizarlas para garantizar la suficiencia económica de los 'pensionistas', pero la cuestión es como hacerlo, con qué periodicidad y sobre todo en qué cuantía.
De esto se encarga la Comisión del Pacto de Toledo que en principio fue una especie de 'pacto de silencio' porque lo primero que se acordó fue no sacar el tema de las pensiones en campaña electoral, cosa que por el momento 'casi' se ha cumplido.

La otra parte es mucho más difícil. 

El sistema español de pensiones es un sistema de reparto, o lo que es lo mismo, con lo que se recauda, se hace frente a las pensiones y  demás prestaciones establecidas por el sistema. Estos sistemas van muy bien cuando hay muchos cotizantes y pocos con derecho a pensiones u otras prestaciones, que fue lo que sucedió al principio. Luego con la disminución de la tasa de natalidad, el aumento del paro, el incremento de la esperanza de vida y el aumento en el número de jubilados, el sistema entra en crisis y en un reducido plazo de tiempo, solo unos pocos años, el Fondo de Reserva que se había formado desaparece, y todo el mundo se preocupa y empieza a preguntarse, ¿y ahora qué?

La verdad es que muchos lo venían venir e hicieron sus correspondientes advertencias, pero el asunto era y es tan poco popular que ningún gobierno quiso tomarlo en consideración y esperaba poder pasárselo al siguiente.   
Estando así las cosas y para 'vestir al muñeco' como suele decirse, las pensiones se revalorizaban cada año en el 0,25% y así se hizo durante bastante años. Afortunadamente la inflación no ha sido muy alta últimamente, pero lo cierto es que los jubilados han ido perdiendo poder adquisitivo en estos últimos años.

Y ahora viene lo mejor, la gente, que no es tonta, dice: "Me están tomando el pelo, para mantener el poder adquisitivo de mi pensión, me la tienen que actualizar con el IPC real", y tienen toda la razón. Pero esto que es fácil de decir y hasta de entender, es, sencillamente imposible con el actual sistema. No hay dinero. Los empleos son pocos y muchos bastante precarios, en estas condiciones quien se atreve a aumentar las cotizaciones, ni la del empresario, ni la del trabajador. entonces si el sistema no tiene recursos, no hay dinero, habrá que irse a otro lugar a buscarlo. Y claro no hay otro que vía impuestos.

O sea que garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas nos obliga a incrementar los impuestos, lo cual nos llevará a un incremento de los precios y así sucesivamente, o sea, la vorágine de la inflación.

Como ven asunto nada fácil que requerirá primero, profundos estudios de los expertos y luego los correspondientes acuerdos políticos con el consenso de la población.

Este gobierno o el próximo tendrán que abordar el asunto y cuanto más tarden, peor se pondrán las cosas, por lo que es importante empezar pronto, lo antes posible.