La pandemia no solo afectó a nivel sociosanitario, también desató una crisis económica sin precedentes
El Gobierno prevé que la economía española crezca un 4,4% este año y un 2,1%, en 2023. Esta desaceleración se debe a otros contextos como la guerra entre Rusia y Ucrania, o el encarecimiento de la energía y el gas
Las consecuencias de la pandemia no solo han sido sanitarias. El virus desató, de forma paralela, una crisis económica aguda en todo el mundo y España no fue una excepción, como demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que registró una profunda caída del PIB nacional en 2020 (11,3%).
En la actualidad, y según las estimaciones del Gobierno, está previsto que la economía española crezca un 4,4% este año y un 2,1%, en 2023. Sin embargo, las previsiones de crecimiento del panel Funcas –en la que intervienen 19 importantes casas de análisis– descienden hasta el 1,9%, dos décimas menos de lo anunciado por el Estado.
Esta desaceleración de la recuperación se debe a otros contextos como la guerra entre Rusia y Ucrania o el encarecimiento de la energía y el gas. Es decir, ambos condicionantes –que generan mucha incertidumbre para los próximos meses– son el principal escollo para que España recupere los niveles económicos prepandemia.
Otro datos importantes fueron los registrados en cuanto a destrucción de empleo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pandemia redujo un 8,8% el número de horas trabajadas en todo el mundo en 2020. En España el recorte fue del 13,2% de las horas trabajadas, cuyo impacto equivale a la destrucción de algo más de dos millones de empleos.
Al menos en cuanto a los números del paro, la situación en España está incluso mejor que antes de la irrupción de la pandemia. Según las fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en septiembre de este año el número total de parados en España se situó en los 2,9 millones de personas, con un repunte de unas 17.600 personas en comparación al mes anterior. Sin embargo, son niveles inferiores a los registrados en febrero de 2020, con 3,2 millones de personas paradas. Además, hay que tener en cuenta que con la Covid-19, muchas personas dejaron de trabajar y, otras muchas, pasaron a cobrar el ERTE, situando el paro en febrero de 2021 en más de cuatro millones, por lo que la bajada ha sido pronunciada en el último año y medio.