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OPINIÓN

Habremos fallado a toda una generación si permitimos que el 'brexit' nos distraiga

Por Anna Dixon, directora de Centre for Ageing Better

11-02-2019

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La gestión del brexit es, claramente, una de las prioridades del Gobierno británico. Es normal que ministros y funcionarios se centren en lo que posiblemente sea la mayor conmoción en la política británica desde la Segunda Guerra Mundial. Pero con los mecanismos internos de Westminster y Whitehall atrapados en la enorme tarea de negociar la futura relación del Reino Unido con la Unión Europea, se está corriendo el riesgo de perder de vista otros problemas que podrían tener consecuencias que cambiarán la vida de toda una generación.

El cambio demográfico que estamos experimentando y cómo responder a este fenómeno debería ser una preocupación principal. En solo 15 años, el Reino Unido tendrá 1,2 millones más de personas mayores de 85 años que en la actualidad, un aumento de casi el 70% solo en este grupo de edad. Al igual que el brexit, unas vidas más largas tendrán implicaciones colosales para todos.

Dos de los retos más apremiantes son la salud y el cuidado. Hemos esperado durante más de un año el Social Care Green Paper (política gubernamental sin publicar que establecerá cómo se debe diseñar, financiar y gestionar el apoyo a los mayores, entre otros) que el Gobierno prometió, para que desaparezca en medio de la tormenta brexit.

Simon Stevens, director ejecutivo del NHS de Inglaterra, considera que el Gobierno debe, en primer lugar, asegurar la financiación para la asistencia social y, en segundo lugar, mantener la inversión en salud pública. Sin embargo, los recortes implican una reducción al mínimo de los servicios de asistencia social en la mayoría de áreas. Pero incluso si los servicios de salud y atención recibieran una mayor inversión para darles la estabilidad, el aumento del número de personas que viven hasta edades muy avanzadas hará que estas medidas sean insuficientes.

Esta longevidad también significa que pasan más años viviendo con mala salud. A los 65, los hombres tienen una esperanza de vida de otros 18 años más, de los cuales, cerca de la mitad los pasarían con problemas. Por otro lado, las mujeres pueden esperar vivir otros 21 años, once de ellos, con discapacidades. Aún así, la enfermedad y el deterioro que conlleva el envejecimiento no son inevitables. Podemos mejorar.

En 2019, debemos centrarnos en la prevención, impidiendo que las personas desarrollen afecciones a largo plazo y discapacidades prevenibles que puedan reducir su calidad de vida. Necesitamos acciones para enfrentar a los principales impulsores de la mala salud en el futuro, como fumar, el consumo de alcohol o la falta de ejercicio. Más allá del Gobierno, se necesitará que la comunidad, las empresas y los proveedores de servicios desempeñen su papel para permitirnos envejecer cómodamente.

Para reducir la presión sobre nuestros servicios de atención social, debemos mejorar los entornos en los que viven los mayores para que puedan ser independientes y autónomos durante más tiempo. Abordar la falta de viviendas accesibles para personas mayores en Reino Unido implica el compromiso de construir viviendas accesibles. Debemos pensar y hacer las cosas de manera diferente en casi todos los aspectos si queremos agregar calidad de vida a esos años adicionales. 

El ritmo al que la maquinaria gubernamental está creando políticas muy necesarias no está siendo lo suficientemente rápido. Retrasar la acción hasta después del 29 de marzo no es una opción.



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