Respuesta.- En términos de atención médica entre países, esperamos ver tres resultados. En primer lugar, acceso directo y adecuado a la atención médica, tanto para pacientes del Reino Unido como de la Unión  Europea, preferiblemente, preservando los arreglos actuales. Si no fuera posible, habría que acometer disposiciones a nivel nacional para planificar y financiar la asistencia sanitaria de los ciudadanos del Reino Unido en la Unión Europea y viceversa. Y por último, no hay mayor carga para los proveedores que exigirles manejar procesos administrativos y de financiación nuevos y más complejos, en caso de que se suspendan los acuerdos actuales.

Si nos encontráramos en un escenario sin acuerdo,se anularán las resoluciones alcanzadas en la primera fase de las negociaciones, lo que significaría, entre otras cosas, que la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) dejaría de tener validez.

La Comisión Europea ha preparado una guía para que ciudadanos y empresas europeas se preparen para un brexit duro, en la que la Comisión deja claro que “la protección de los ciudadanos de la Unión Europea en el Reino Unido, así como los ciudadanos del Reino Unido en la Unión Europea, son una prioridad”, y exhorta a los Estados miembros a que “adopten un enfoque generoso con los británicos que ya residen en su territorio”.

En caso de brexit suave, habrá un período de transición  hasta finales de 2020, tiempo durante el cual se finalizarían los detalles de la futura relación. En esta etapa, se aseguran los derechos de los ciudadanos del Reino Unido en la Unión Europea y viceversa, pero no hay garantías sobre lo que sucederá cuando este tiempo llegue a su fin.

R.- Los acuerdos alcanzados en la primera fase de las negociaciones se anularán en caso de no haber acuerdo, por lo que la TSE y los acuerdos sanitarios recíprocos dejarán de tener validez y vigencia. Esto afectará a los ciudadanos del Reino Unido que visitan, viven y trabajan en Europa, incluidos los expatriados.

Sin un sistema recíproco de asistencia sanitaria transfronteriza, los ciudadanos del Reino Unido que viven en la Unión Europea (y viceversa) podrían verse obligados a pagar y realizar gestiones complicadas para acceder a la sanidad en el país en el que viven, y el Reino Unido no tendría acceso a mecanismos de reembolso entre Estados.

El Gobierno británico conoce las consecuencias de un brexit duro, por lo que está tratando de proteger los actuales derechos sanitarios recíprocos a través de acuerdos bilaterales con los otros Estados miembro. Como medida paralela, se ha preparado recientemente un Proyecto de Ley de Salud con acuerdos internacionales para poder respaldar estos derechos, en virtud de las regulaciones existentes.

R.- No hay ninguna razón para suponer que la futura política de inmigración del Reino Unido hará que sea difícil para los profesionales de enfermería españoles venir y trabajar en el Reino Unido. 

El Libro Blanco del Reino Unido sobre inmigración aclaró que no existe ninguna intención de que el futuro sistema de inmigración del Reino Unido evite que grupos ocupacionales calificados y altamente calificados vayan a trabajar al Reino Unido. Al contrario: la migración será bienvenida. Solo los ciudadanos del Espacio Económico Europeo (EEE) que lleguen tras el brexit estarán sujetos a futuras normas de inmigración del Reino Unido.

A pesar de estas garantías, los profesionales de enfermería pueden verse desalentados a la hora de migrar al Reino Unido, debido a la percepción de que el ambiente en el país será menos acogedor tras el brexit, así como a la incertidumbre sobre las reglas futuras. 

En la actualidad, alrededor del 5% de la fuerza laboral de enfermería del Reino Unido es del EEE, incluida una alta proporción de profesionales españoles. Las cifras más recientes del Consejo de Enfermería y Obstetricia (NMC, por sus siglas en inglés) muestran que en el período de marzo de 2016 a marzo de 2017, 6.400 profesionales de la enfermería del EEE se unieron al registro del NMC, a diferencia de los 9.400 que se registraron durante el mismo período del año anterior. Además, 3.100 enfermeros del EEE se fueron, en comparación con los 2.000 del año anterior. Estas cifras sugieren que, si esta tendencia continúa, en 2021 puede llegar a haber una escasez adicional de aproximadamente 2.700 profesionales de la enfermería.