Respuesta.- Llevar un estilo de vida saludable y, en especial, realizar ejercicios de fuerza, nos permitirá seguir haciendo aquellas cosas que nos gustan y nos hacen felices, durante mucho más tiempo y de una forma más plena. Hoy en día, los avances en medicina han logrado alargar considerablemente nuestra esperanza de vida, pero para poder disfrutar de esos años de más, hay que gozar de plena autonomía. 

Se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza puede conseguir que personas mayores recuperen la potencia muscular que tenían 20 años atrás, previniendo la discapacidad y la dependencia, o incluso revirtiéndolas. Es por eso que hablamos de ‘añadir vida a los años’.

R.- Uno de los resultados que conseguimos mediante nuestros programas es el de educar a los participantes en el autocuidado, es decir, que aprendan de qué manera ellos mismos pueden identificar sus necesidades y utilizar las herramientas que les damos para conseguir mejorar su calidad de vida, independientemente de que estén en el programa o de que ya no lo estén haciendo.

R.- Nuestro target suelen ser aquellas personas que, por sus limitaciones, no tienen cabida en los programas clásicos de ejercicio y que requieren de un programa mucho más adaptado y dirigidos por profesionales expertos en esos perfiles.

La acogida y la adherencia son muy altas, ya que hacemos algo realmente adaptado a cada persona, teniendo en cuenta sus limitaciones, patologías y capacidades, y eso les da la tranquilidad de saber que están en buenas manos. Les motivamos mediante retos individualizados asequibles, y eso les estimula para mejorar. Siempre trabajamos en grupo, fomentando las relaciones sociales y dinamizando de forma lúdica, lo que facilita la adherencia.

Los participantes descubren que son capaces de hacer muchas más cosas de las que creían que estaban capacitados para realizar en un inicio, y comprueban que el ejercicio les está haciendo sentirse mejor, por lo que siguen realizándolo una vez terminan los programas. 

R.- Creo que es el factor clave del éxito en las intervenciones mediante ejercicio físico en todos los grupos de edad pero especialmente en este.

Gracias al trabajo en grupo y a los vínculos que se crean entre los participantes, los programas no son solo una herramienta para mejorar su estado físico, sino que se convierten en un espacio para que vean a sus compañeros, que les pregunten cómo les ha ido la semana, que compartan anécdotas, que creen nuevas amistades y que disfruten de un momento divertido en buena compañía.