Pregunta.- ¿Cómo surge esta red, a quiénes representa y cuáles son los objetivos que persigue?

Respuesta.- La red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (en inglés Southern Sparsely Populated Areas, SSPA), es un grupo de interés europeo –inscrito en el registro de transparencia de la Unión Europea–, creado para luchar contra la despoblación y sus consecuencias. Nace fruto de la unión de la Confederación de Empresarios de Teruel (Ceoe Teruel), la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (Foes) y la Confederación de Empresarios de Cuenca (Ceoe-Cepyme Cuenca). Desde sus orígenes, la red ha tenido la vocación de sumar a todos aquellos territorios, organizaciones y entidades –tanto de carácter público como privado–, que compartan su misión y visión, integrando a todos aquellos actores que puedan contribuir a alcanzar los objetivos previstos con su creación. Así pues, a comienzos de 2017 se sumaron a la red dos nuevas organizaciones representativas de otras tantas regiones escasamente pobladas del Sur de Europa: el condado de Lika-Senj (Croacia) y la región de Euritania (Grecia). La red aúna a las cinco provincias escasamente pobladas del Sur de Europa (Cuenca, Evritanía, Lika-Senj, Soria y Teruel), reconocidas por la Unión Europea por tener una densidad de población inferior a 12,5 habitantes p or kilómetro cuadrado. A finales de 2017 se produjo la integración de los 16 Grupos de acción local (GAL) de las provincias de Cuenca, Soria y Teruel. El objetivo fundamental de la red SSPA es hacer que los territorios escasamente poblados sean territorios atractivos donde vivir, trabajar, invertir y crecer, asegurando el futuro de estas áreas. Para conseguir este objetivo, la red SSPA va a hacer tres cosas. Por un lado, proponer y apoyar políticas y propuestas concretas y aplicables a la realidad de nuestro entorno que puedan contribuir de forma sustancial a revertir la crisis social, económica y demográfica que sufren los territorios menos densamente poblados de Europa. En segundo lugar, cooperar con las instituciones públicas, entidades privadas y demás miembros de la sociedad civil para conseguir la revitalización demográfica y socioeconómica del medio rural más afectado por la despoblación. Y por último, va a sensibilizar y difundir al conjunto de la sociedad las oportunidades socioeconómicas de los territorios SSPA y las políticas y las estrategias más adecuadas para revertir los procesos de despoblación, envejecimiento y perdida de actividad económica que actualmente les afectan.

P.- El proyecto de las Tierras Altas de Escocia, exportado al norte de Suecia y Finlandia, es muy aplaudido por ustedes por sus resultados: la población ha aumentado un 22% en los últimos 50 años. ¿En qué consiste? ¿Sería extrapolable a España?

R.- Tal y como he dicho anteriormente, uno de los objetivos fundamentales de la red SSPA es el de aportar al debate sobre la despoblación propuestas concretas y aplicables a la realidad de nuestro entorno. El modelo implementado en las Tierras Altas e Islas de Escocia (Higlands and Islands) debe considerarse el paradigma de cómo la puesta en marcha de un conjunto de estrategias y herramientas de desarrollo territorial pueden hacer frente, con éxito, al complejo problema del declive económico y demográfico que sufren otras áreas rurales más frágiles de Europa, entre ellas, buena parte de nuestra España interior. Al contrario de lo que ocurre en nuestro contexto, la estrategia de desarrollo de las Tierras Altas e Islas de Escocia se fundamenta en un planteamiento holístico, basado en cuatro condiciones de base para el desarrollo: en primer lugar, la accesibilidad de la población y de las actividades económicas a las infraestructuras, las nuevas tecnologías de la comunicación y los servicios básicos (educación, sanidad, servicios sociales). En segundo lugar, una política de vivienda, garantizando que el acceso a una vivienda asequible y de calidad termine resultando un factor de competitividad para el mantenimiento de la población y la atracción de nuevos pobladores. En tercer lugar, un marco normativo y legislativo adecuado a la realidad del medio rural, asumiendo que, en muchas ocasiones, la legislación está pensada para realidades muy diferentes a las del medio rural, por lo que termina actuando como un hándicap para su desarrollo. Y en cuarto y último lugar, el incentivo de aquellas actividades y sectores que en mayor medida pueden modernizar y diversificar la estructura económica del medio rural, garantizando un desarrollo competitivo en términos globales y por lo tanto con capacidad para retener y atraer talento encarnado en la población más joven y mejor cualificada. La estrategia escocesa está pensada para el medio y largo plazo, por lo que para dar una respuesta eficaz a los problemas del medio rural es imprescindible abordar la transformación de una bases sociales, económicas y políticas muy asentadas a lo largo de décadas, y que este cambio no puede producirse sino es con un trabajo sostenido durante años. Una estrategia a largo plazo solo es sostenible a partir de una cultura de la cooperación en la que participen de forma activa y generosa todos los actores con trascendencia en el territorio, independientemente de que estos sean públicos o privados. El fortalecimiento de las comunidades rurales se entiende como una condición imprescindible en toda política de cohesión. Entienden que, sin una comunidad exitosa, no puede alcanzarse un desarrollo rural exitoso, por lo que no es suficiente con el mero hecho de trabajar “de abajo hacia arriba”, sino que resulta prioritario que la población rural se implique activamente tanto en la toma de decisiones que afectan a su futuro como en la ejecución de los proyectos. En este sentido, el fomento de la economía social resulta una de las herramientas con las que más y mejor se ha logrado extender la implicación de la población en su propia estrategia de desarrollo rural. De poco o nada sirve una estrategia como la descrita si esta no viene acompañada de las herramientas adecuadas para su puesta en marcha. En el caso escocés se trata de la Highlands and Islands Enterprise, una agencia de desarrollo territorial que, desde su creación en 1965, ha conservado inalterables sus cinco principios rectores. En primer lugar, la autonomía. Se trata de una agencia de carácter público, pero autónoma en lo que respecta al diseño de las políticas y la gestión de las acciones a implementar. También mantiene la cercanía al territorio. Aunque la agencia cuenta con una sede central, su acción se extiende por todo el territorio gracias a sus agentes de desarrollo conocen la realidad social y económica del ámbito en el que trabajan y actúan como dinamizadores del medio rural y de sus iniciativas. Además, mantiene la cooperación. Y finalmente, transparencia y eficiencia en la gestión. Todas las actividades de la agencia son públicas y están sometidas a la supervisión de las autoridades regionales y nacionales.

P.- Como ha dicho, la red está integrada por representantes de parte del territorio español. Pero, ¿las medidas que proponen podrían ser extensibles para zonas rurales tan diferentes a las suyas como las de Galicia o Asturias?

R.- La red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa nace con el objetivo fundamental de impulsar –en colaboración con el conjunto de las Administraciones públicas y los principales actores socioeconómicos del territorio–, políticas y medidas específicas que contribuyan a hacer frente a los principales desafíos estructurales que, en materia demográfica, económica y social afectan a las regiones rurales menos pobladas de Europa. Es decir, la escasa densidad de población, criterio usado por la Unión Europea para definir las áreas despobladas, es el síntoma más evidente del auténtico problema que sufre una parte importante de nuestro medio rural: una crisis estructural que, prolongada durante décadas, amenaza con hacer inviable el territorio en términos sociales, económicos y demográficos. Por lo tanto, somos de la opinión de que la labor realizada por la red no se limita solamente a nuestras zonas, sino que la prioridad de la acción política en materia de lucha contra la despoblación debe ser la de revertir esa crisis a través de la superación de las dificultades que presenta el medio rural para acoger actividades económicas con dinamismo suficiente como para generar valor añadido, crear empleo de calidad y lograr, así, mantener y atraer población. De no implantarse de inmediato políticas y medidas específicas y capaces de corregir esta situación, el desequilibrio entre el medio urbano y el rural continuará acrecentándose y se expandirá a muchas otras zonas.

P.- Se reunieron recientemente con la comisionada frente al Reto Demográfico, Isaura Leal. ¿Qué percepción tuvieron en este encuentro? ¿Consideran que las Administraciones públicas son receptivas?

R.- Durante el encuentro con la comisionada Isaura Leal, así como en otras reuniones realizadas a lo largo de este último año hemos podido notar un cambio de actitud hacia este problema. Está claro que hay sensibilidad por parte de las administraciones públicas. Sin embargo, no se ha plasmado en una política de estado hasta el momento. Aunque en el encuentro con la nueva comisionada, así como la reunión mantenida con Isabel Bombal, directora de Desarrollo Rural, hemos notado un nuevo cambio, la voluntad de cooperar entre los diferentes actores, tantos públicos como privados. Por esta razón, nuestra red comparte con todos los actores sus propuestas, como en el caso del Marco Financiero Plurianual, que como bien dice, no se ha incluido un fondo específico. Y por esta razón hemos realizado una alegación a los propios reglamentos de los fondos para que fijen, de forma inequívoca y explícita, la necesidad de aplicar las medidas y recursos que la UE pone a su disposición para confrontar las duras consecuencias que el cambio demográfico tiene en el mundo rural, especialmente en aquellas zonas que llevan sufriéndolo desde mucho antes de que en la UE se comenzase a hablar de este fenómeno.

P.- Tras su constitución formal en 2016, ¿qué avances destacarían en este tiempo y cuáles son los pasos que van a seguir en el futuro cercano?

R.- Como ya he dicho, la Comisión Europea ha presentado una propuesta para el periodo posterior a 2020 pero está a la expectativa de recoger aportaciones por parte de los diferentes grupos de interés, ya presentadas por la Red, y es de esperar que la propuesta pase por las manos de los Estados miembro para empezar la negociación. Por esta razón, es muy importante seguir la labor de lobby, es decir de presión, hacia las instituciones europeas competentes, así como seguir buscando aliados en otros estados miembros para que hagan suya la exigencia de una política orientada al medio rural y, en específico, a las zonas escasamente pobladas de toda Europa. Dicha negociación quedará cerrada a lo largo de 2019, momento en el que previsiblemente estarán definidas las políticas que afectan a la despoblación y el desarrollo rural y que han de regir hasta 2027. Esta labor ha de acompañarse de una acción paralela y consecuente hacia los gobiernos nacionales y de las comunidades autónomas para que conozcan y adopten en los diferentes esquemas de lucha contra la despoblación que se están diseñando.