Joaquín Pérez / Área de Inclusión Social de Cruz Roja
'Es fundamental aprobar la estrategia nacional de lucha contra la soledad no deseada'
Pregunta.- Cruz Roja apuesta por la detección temprana para combatir la soledad, y así lo desarrollan a través de numerosos programas e iniciativas. Entonces, ¿podemos adelantarnos a este problema y prevenir que nuestros mayores lo sufran?
Respuesta.- La prevención es fundamental para minimizar esta situación de aislamiento y soledad no deseada. Este problema se identifica entre personas de ambos sexos y al margen de los distintos niveles socioeconómicos. En el entorno urbano encontramos un mayor riesgo de aislamiento involuntario (por barreras arquitectónicas, por ejemplo) pero en el entorno rural, al existir menos posibilidades de participación y sufrir en muchas ocasiones presiones externas añadidas (por ejemplo, para relacionarse con personas nuevas tras enviudar) encontramos a menudo más dificultades para incrementar la red social. Es importante que cuando la vivienda no reúne condiciones se pueda intervenir para que en el futuro no suponga una barrera que le lleve a un aislamiento permanente. Por otro lado, reforzar las redes de apoyo y de relaciones sociales es importante para que el sentimiento de soledad no se incremente.
P.- Está adquiriendo relevancia el papel de las redes vecinales y la participación comunitaria para evitar situaciones de aislamiento. ¿En qué hemos fallado, como sociedad, para haber llegado a perder estos vínculos que siempre han existido?
R.- Los indicadores europeos nos pueden estar indicando que en España unas más estrechas redes familiares y sociales, que facilitan otras formas de convivencia que evitan la soledad (una persona mayor, un mayor con hijas o hijos u otros familiares, u otras personas), o convivencia en pareja (sola o pareja con otras personas), formas en la que España supera la media europea. Más que fallar en el modelo español tenemos que ser consciente del cambio de la sociedad. El reto está en dar respuesta a esta situación.
P.- ¿Cree que las Administraciones –y no así las organizaciones sociales como Cruz Roja– han estado dando la espalda a un fenómeno tan duro como es este de la soledad no deseada?
R.- Esta situación lleva tiempo invisible, pero en los últimos años ha comenzado a tomarse en cuanta. Fruto de ellos son muchos de los planes locales o autonómicos que se han ido aprobando o la constitución de redes de lucha contra la situación de soledad no deseada.
P.- Para invertir esta tendencia: ¿Cómo puede fomentarse la implicación con este fenómeno tan dramático y, entonces, impulsar estrategias conjuntas entre las partes implicadas en la atención a los mayores?
R.- Consideramos que se trata de un problema social y de la salud, que requiere un abordaje conjunto por parte de las Administraciones públicas y de las entidades que trabajamos con las personas que se encuentran en esta situación, para poder mejorar la calidad de vida de las personas que la sufren. Para ello es fundamental aprobar la estrategia nacional de lucha contra la soledad no deseada que impulsará la coordinación y sobre todo los recursos para combatirla.