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Mayte Sancho / Experta en planificación gerontológica. Colaboradora de Matia Fundazioa

'La participación no solo es preguntar, es escuchar y tener en cuenta las ideas y opiniones de las personas'

Sancho es una de esas personas cuya opinión es clave cuando se habla de amigabilidad con los senior, pues fue una de las primeras profesionales que implementó en España el Proyecto Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores de la OMS

M.S. / EM 07-06-2021

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Pregunta.- ¿Tienen en España las personas mayores las mismas oportunidades que el resto de colectivos o, por el contrario, considera que aún queda mucho camino por andar en este sentido de inclusión?

Respuesta.- Es difícil en estos momento de profunda crisis valorar la igualdad de oportunidades entre los grupos de población. En términos económicos las personas que perciben una jubilación, a pesar de que sea escasa, es posible que se sientan mas seguras que otras que han perdido todo en los momentos mas importante de su itinerario laboral. Otro tipo de oportunidades merecen análisis monográfico, que tenga en cuenta sobre todo, la heterogeneidad que define a este grupo de población en el que se integran personas cuidadoras, otras en situación de dependencia grave, historias de vida diversas y situación socioeconómica muy diferente. La edad no es en este momento un indicador de desigualdad tan preciso. Las grandes desigualdades se miden por las posibilidades de acceso a los servicios públicos que construyen las sociedades del bienestar: salud, educación, empleo, protección social, etcétera.

P.- Tras lo sucedido con la Covid-19, ¿diría que ha desencadenado la pandemia un cambio en las prioridades y en cómo la sociedad debemos proteger y garantizar el bienestar de las personas de más edad?

R.- Todavía no sabemos con detalle como va a impactar esta sindemia en la reformulación de las políticas públicas. Parece claro que el duro golpe sufrido por el grupo de las personas mayores va a generar cambios en el modelo de cuidados de larga duración sobre todo, ya que el punto de partida es muy mejorable. Si a este tema le agregamos una lucha activa y sin concesiones contra los estereotipos asociados a la edad, habremos avanzado mucho en la defensa de los derechos de las personas mayores.

P.- Al respecto de la Red de la OMS, explicó que “el objetivo es generar un movimiento ciudadano de innovación para mejorar la amigabilidad de los entornos con los mayores como protagonistas”. ¿Cómo se ha avanzado en este sentido?

R.- Una vez mas, los avances son muy desiguales, pero creo que la conciencia sobre la importancia de vivir en ciudades y territorios “amables” con las personas que los habitan está creciendo, muy especialmente desde la crisis de la COVID que estamos padeciendo. Iniciativas como la francesa de "La ciudad en 15 minutos” en las que el barrio adquiere todo su sentido y donde puedes encontrar lo que necesitas a un cuarto de hora andando de tu hogar, supone un avance muy significativo, adaptable a todo tipo de territorio. Las personas mayores pueden mejorar mucho su vida cotidiana en este tipo de entornos, no solo en cuanto a accesibilidad a servicios y disfrute del entorno cercano, sino en lo que se refiere a la percepción de soledad y al consiguiente incremento de red social, asunto troncal a la hora de combatirla.

P.- ¿Qué estrategias considera que deberían acometerse desde las Administraciones, empresas y el conjunto de la sociedad de cara a que los entornos amigables sean una realidad?

R.- Es hora de que las Administraciones promuevan la innovación desde la participación ciudadana, sobre todo ahora. Es un buen momento para que surjan iniciativas creativas como la que acabo de citar. Todas ellas se pueden integrar en un concepto mas amplio, que es posible que crezca y se convierta en paradigma: es el de las sociedades de los cuidados, que darían respuesta a varios retos que tenemos que afrontar con urgencia: el cambio climático, desarrollando microterritorios o microciudades autosuficientes dentro de las ciudades grandes, que facilitaría una vida cotidiana con mayor calidad así como la posibilidad de disponer de mas tiempo propio y, en consecuencia, compatibilizar mejor la actividad laboral y familiar. Esto nos lleva al segundo gran paradigma de esta era: los cuidados, que garantizan la sostenibilidad de la vida y en los que las personas muy mayores son protagonistas. También lo son las personas que envejecen, porque son proveedoras de cuidados muy importantes. Es frecuente observar como las mujeres especialmente, envejecemos cuidando a los mas mayores en la familia, mientras seguimos transfiriendo apoyos a hijos y nietos durante mucho tiempo, hasta que empezamos a necesitar ayuda nosotras mismas y nos toca situarnos al otro lado de este binomio. Paradoja.

P.- En la planificación de los nuevos entornos entra en juego un concepto determinante: la heterogeneidad. ¿De qué manera se pueden diseñar espacios que se adapten a las distintas necesidades?

R.- Sin duda. Creo que el reconocimiento de la heterogeneidad como concepto, es la mejor receta ante los estereotipos y la discriminación. El ejemplo de la recepción y provisión de cuidados dentro de este grupo de población es muy esclarecedor. Asuntos como la accesibilidad, el diseño inclusivo y los enfoque ecosistémicos, de base comunitaria van a facilitar mucho la integración de toda la ciudadanía en cualquier espacio, urbano o rural. Para lograr este objetivo es imprescindible escuchar a las personas, cualquiera que sea su edad. La participación no solo es preguntar, es sobre todo escuchar y tener en cuenta las ideas y opiniones de las personas que viven su cotidianeidad en esos espacios.



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